El cuerpo y el tiempo

Hay una campaña publicitaria que veo últimamente y que no sé de qué marca es. Siempre que paso por alguna gran avenida y veo los dos afiches de esa campaña, me propongo fijarme qué publicita, pero el auto pasa rápido y la visión de las enormes fotografías vuelve a capturarme la mirada. Es que a las fotos las acompaña una leyenda, una “bajada”, y el ojo no alcanza a leer tanto. Las imágenes son dos, y de ellas sólo recuerdo textualmente una de las leyendas. La foto es la de una chica a la que no se le llega a ver bien la cara. Medio plano. Hay un mentón, y hay pelo largo, pero los rasgos de la cara no se llegan a ver. La chica tiene puesta una musculosa blanca, y no usa corpiño. Tiene unas tetas importantes, de las que está orgullosa, o por lo menos segura del efecto que provocan, porque sólo así una chica se dejaría fotografiar con musculosa ajustada, ese escote, esa transparencia un poco violenta de los pezones. La leyenda dice: “A los catorce le decían tabla de planchar”.

A la otra foto la vi menos veces, pero también es un recorte de la cara de una chica, en blanco y negro, con el eje central en la boca. Una boca–pico, de labios abultados, vulvosos. La leyenda dice algo así como “A los catorce le decían que tenía un buzón”.

Las dos fotografías y las dos leyendas están unidas por una lógica de significado, podría decirse por una estructura. Una variación de la del “antes y después”, que quedó sellado a fuego en las páginas de publicidad de las revistas de comics: esas que nos dejaron en la memoria al “pobre alfeñique” que era el hombre, antes de hacerse físicoculturista. Pero esa estructura sigue repitiéndose, alargando el mito.

El mito en esencia es el mismo: lo usan quienes ofrecen métodos, aparatos, pastillas, vitaminas, aminoácidos, cirugías, extensiones, postizos, métodos de adelgazamiento, métodos anticalvicie, belleza dental, en fin, cualquier cosa que permita cambiar drásticamente el aspecto físico. Se apela, sobre todo en esos casos, a un quirófano simbólico, habilitado por el derecho de cada individuo a “encontrarse” físicamente consigo mismo, como si nuestros cuerpos y sus terminaciones fueran obstáculos fácilmente derrotables. Se nos incita a la derrota de nuestros cuerpos verdaderos, en pos de una autoimagen difusa, tejida con recortes de revistas de actores y actrices y modelos y famosos que portan los cuerpos de belleza oficial.

En esos casos de “antes” y “después”, él o ella dejaron atrás un “antes” donde habían sido débiles, poca cosa, mitades de camino, y avanzaron con firmeza hacia un “después” que los exhibe ya dueños de algún atributo físico deseable.

En los dos casos de esta nueva campaña callejera, se trata de atributos femeninos, a saber: buenas tetas, labios carnosos. Si el “antes” está congelado en una edad (trece, catorce), la imagen del “ahora”, que se superpone al “después” del mito, en este caso, nos permite imaginar que todo pasó muy rápido: las chicas de las fotos son muy jóvenes. Eso es lo que entusiasma siempre: la rapidez. Esta época no tolera los procesos.

El problema del mito, que sobrepromete, que garantiza lo azaroso, es que hay muchas mujeres con tetas chiquitas y bocas de labios finos. El problema es qué les dicen esas fotografías y esas leyendas a las chicas que ya pasaron los catorce y siguen siendo tablas de planchar o siguen teniendo bocas muy diferentes de la de Angelina Jolie o Dolores Barreiro, que por otra parte son chicaneadas por el colágeno que se pusieron.

Nunca antes hubo tantas adolescentes con trastornos de alimentación y nunca antes hubo un discurso mítico tan unánimemente aceptado. El discurso sobre la belleza femenina ha sido una de las grandes trampas de la historia para someter a la mitad de la población. Es un discurso viscoso y cínico, de acuerdo con el cual “lo que se escribe” y “lo que se dice” corre en sentido favorable a la salud y la diversidad, pero que es acompañado por discursos visuales despóticos que exigen cuerpos de Photoshop. Ninguna mujer común puede aspirar, sin una considerable carga neurótica, a parecerse a alguien cuya fotografía además fue trabajada en pantalla. Las chicas ya no quieren ser flacas: quieren ser dibujos de flacas.

La belleza oficial jamás será abolida, pero al menos, teniendo en cuenta los miles de anónimos dolores que provoca en aquéllas y aquéllos cuyos cuerpos no se ajustan a ella, puede por lo menos ser cercada por la idea de que lo verdaderamente bello generalmente es libre.

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10 comentarios

  1. Me hiciste acordar… Siempre estoy por comentarlo, pero se me pasa.
    Me gustaría un comentario sobre esta -indignante- propaganda:

    http://www.youtube.com/watch?v=MSONxzEL4WM

    Cada vez que la veo me pregunto por qué no la hicieron al revés: que el pendex les perdone la vida a los jovatos y que estos desplieguen la visible buena salud y lo saquen del apuro.

    Pero no: el publicista eligió el elogio de la hijaputez.

  2. Sandra, leo siempre tus artículos, cada vez que me siento mal releo aquel en el que hablas del trastorno alimenticio de tu hija, y me hace bien. Soy anorexica y bulimica desde los 15 años, hoy tengo 19. El fantasma de la comida me persigue adonde valla, es lo único que hay en mi cabeza.
    Nos bombardean todo el tiempo con pseudo mujeres perfectas, culos enormes, tetas de plástico y caras siliconadas, el éxito que nos enseñaron a desear no admite mujeres gordas.
    Y lo peor de todo, es que los mismos medios que nos refriegan los estereotipos en la cara son los que informan a la sociedad sobre esas locas que no saben controlar sus deseos de perfección.

    Muchas gracias por tus artículos, logran sacarme del tedio.

  3. La propaganda es de Burger King.

    Igual es cierto lo que decís: los medios hablan como si, para ser hermosa, una mujer tuviera que ser alta, raquítica (no flaca, ya raquítica al punto que se le noten las costillas…lo que, francamente, ya empieza a ser desagradable) y pechugona. Cuando una mujer que no cumpla alguno de estos atributos puede ser hermosa de todos modos.

    He conocído mujeres gorditas, con poca teta o bajitas que me resultaban muy lindas físicamente. Esto de que una mujer debe ser raquítica para ser bella es la mentira mas grande de la posmodernidad. Y ni hablar que una mina físicamente linda, pero totalmente insulsa intelectualmente no es muy…¿como decirlo? ¿atractiva también? .
    A mi me llama la atención una mujer inteligente, cosa que pareciera que no les importase a algunos. Sino recordemos ese infame momento en que una conocída modelo declaró no ser «de la generación que leía libros» (sic), a mi me dió vergüenza ajena esa declaración tan poco felíz; si bien me pareció que quizo decir otra cosa (¿tu generación era mas comprometida que la nuestra -tengo 26-, tal vez quizo decír?).

    Bueno, que se yo…solo eso.

    Muy buenos tus artículos, un beso.

    H.

  4. Muy bueno el artículo, hay que recordar también el sometimiento de los hombres de estos tiempos, más aún con la tan «simpática notoriedad» de carlitos en estos días, a la importancia del tamaño del pene, ante la cual no hay dieta ni gimnasio que valga si la naturaleza te ninguneó, o si la sociedad logró trabajar tu inseguridad como para hacerte dudar de la posibilidad de provocarle un orgasmo a una fémina (u hombre, ¿por qué no?). Lo peor es escucharlo de las mujeres todo el tiempo, el falocentrismo es triste, aburre y domina casi todo. Tiene el control de la efectividad y la materialidad a cuestas.
    Y los hombres callan sus complejos, la sociedad no permite la vulnerabilidad en ese aspecto, ya que significa autocondenarse a la humillación; lo digo porque conozco muchos casos de autocastrados (y autodespreciados) de todas las edades. La estandarización de la belleza y el deseo van de la mano del machismo, y son reproducidos por sus víctimas directas.
    Saludos.

  5. Del mismo modo que todo concepto cultural es difícil de corregir, rectificar y mas aún abolir, también es cierto que podemos trabajar para contener sus efectos.
    Los funcionarios públicos (Estado) son responsables de tratar las causas (cultura) y consecuencias (víctimas) de Los trastornos de la alimentación, con el objetivo de encontrar soluciones, ejecutando tareas de información y concientización en las escuelas, hospitales y demás instituciones.

  6. «El día en que algún norteamericano diga ‘prefiero ser comunista antes que morir’, o que algún soviético grite ‘prefiero ser capitalista y no cadáver’, bueno, ese día se habrá producido una revolución en el pensamiento humano”.

    al igual que Pasquallino Settebellezas:LIBRE O ESCLAVO; JAMÁS MUERTO…

    yo, al igual que vos tengo ancestros italianos, los que me enseñaron a laburar y no manguear; yo no quiero que me regalen nada; yo laburo para cubrir mis necesidades…

    PRIVATIZACIÓN YA DE PAGINA K !!!!!!

  7. lamentablemente hay una gran confusión, desde el principio en nosotros, mas allá de los tiempos, dependemos de la imagen, la mirada y sus señales, las formas, el tono, el movimiento, y a veces el cuerpo se transforma en una gran carga, pesa, se arruga, se golpea, duele…
    somos mas que un cuerpo y quizás sea el intermedio al Ser, que a veces quedemos a medio camino, es otro tema.

    AzulNexus

  8. me parece muy importante lo que decìs sandra, sobre el afiche publicitario… y no sòlo ocurre en ese aviso, no cierto? habrìa que reflexionar sobre esto que nos transmiten los medios.. sobre qué es lo supuestamente aceptado, deseado por parte de todos.. esta eterna juventud..¿qué beneficio trae? ¿qué sabemos hacer con eso una vez que ya tenemos 5 operaciones encima, ya tenemos los labios que queremos, las gomas siliconadas, etc. etc.. y después?????
    qué sigue???
    Siempre va a haber una falta, pero es por la misma condición humana de seres deseantes que somos.. la necesidad de necesitar.. de necesitar no sólo de la imagen, de lo observable.. sino que lo que luego falta… lo esencial que no se llena en un quirófano.. esoooo clave es lo q está faltando actualmente… NECESIDAD DEL OTRO!! como persona…
    necesitar de un otro que nos escuche, que nos mire tal como somos..
    lo cual me parece que en esta época de la velocidad, de la imagen, de la no-comunicación se pierde… se banalizan cosas importantes.. no hay un norte y perdemos nuestros propios ideales por estar tan contaminados de puras imágenes chatarra!!!

  9. hola. yo creo en un error conceptual basico. que envuelve todas nuestras ideas y pautas de conducta.esta vinculado a la relacion con lo sobrenatural que prefigura la idea de indefencion sometimiento y la omnipresente imagen del poder.esto deforma la cosmovision. partimos de una idea de dios sobredimensionada respecto a su incumbencia sobre las decisiones humanas. representa esto una imagen de dios. no solo infantil.abusiva.absurda.alienante. inhibe ademas el libre curso de nuestro maravilloso potencial.dando subtancia a valores abstractos y falsos. la organizacion de las sociedades humanas copian esa interpretacion falsa de la divinidad y de su creacion la naturaleza y las leyes que la rigen.lo que comienza errado deriva errado.

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