La Amazonía se quema

La ultra derecha no quiere ni a la gente ni al planeta.

Bolsonaro dice que es posible que los miles de focos de incendios que están devastando la Amazonía hayan sido provocados por las ONGs que lo están denunciando por permitir la destrucción descarada del pulmón del planeta, por un lado, pero por el otro también el hábitat actual y ancestral de cientos de pueblos indígenas, a los que les están incendiando puntualmente sus casas, les están secando los ríos y los están expulsando hacia lo que queda de selva. Y eso sin hablar de la centenaria cantidad de especies que están enloquecidas, porque han puesto fuego donde desde hace siglos y siglos había oxígeno y árboles. Las especies se extinguen cada día un poco más rápido, como cada día un poco más rápido se producen las extinciones. La ultra derecha dice que el calentamiento global es un relato marxista. El relato de la ultra derecha es tan burdo como sus líderes, tan bruto y tosco como ellos.

Uno de los fotógrafos más importantes de Brasil, Araquém Alcantara, 68 años, especialista en fotografiar desde hace décadas el esplendor de la Amazonía –está exponiendo ahora junto a Sebastiao Salgado –, subió ayer a youtube un video (sin subtitular todavía) que se puede buscar fácilmente y en gran parte es comprensible incluso para los que no hablamos su idioma. El rictus de su cara y la tristeza de sus ojos ayudan también a comprender la desolación de lo que relata. Sentado frente a su computadora, donde se ve a un animal escapando del incendio, Alcántara desgrana los escenarios que vio y fotografió, de tierra arrasada y chamuscada donde ya no hay nada verde. Recomiendo visitar su sitio, que lleva su nombre.

Aparecieron también video en los una mujer de un poblado atacado grita a cámara que les están sacando el bosque y el río. Grita escandalizada. Atrás de ella se ve el fuego. Su pueblo huye, como huyen los africanos, como huyen los salvadoreños y los hondureños. La ultra derecha pone en mundo en fuga desesperada mientras que queda con todo el dinero y también se siente sueña del planeta. Noruega y Alemania ya han recortado partidas de dinero que estaban acordadas con Brasil para la protección de un bien de la humanidad. Las retiran porque es darle dinero al presidente que está autorizando la destrucción. En la tierra arrasada se harán implantaciones de ganadería, y se emitirán desde ahí los gases más peligrosos de todos.

No quieren al resto de la población. No quieren a los animales. No quieren a la naturaleza. No quieren a sus países. No quieren a nadie. Son una deformación de la especie. Ellos, los que están ahí arriba.

Fotografía: Araquém Alcântara

 

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3 comentarios

  1. Aterrador lo que esta ocurriendo y aun mas la decidía de los gobiernos, todos incluidos, debiera en este momento intervenir a través de Naciones Unidas el mundo todo. O lo apagan y dejan renacer, o nos apagaremos todos para siempre. Excelente articulo Sandra, como siempre gracias!

  2. Muchas gracias Sandra, es todo lo que siempre puedo decirte. Entré al sitio de Araquem y me desgarró, es de una belleza pocas veces vista ese sitio. que dolor!

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