Milagro no necesita un milagro, necesita justicia

Más de cuatro años privada de su libertad. ¿Quién se hace cargo?

Hablo de Milagro porque fue la primera, porque ya pasaron más de cuatro años de la privación antojadiza de su libertad, pero mientras hablo de ella pienso en sus compañerxs detenidxs, y en Amado Boudou, y en los demás presos políticos, porque eso es lo que son. No hay condenas y están “preventivamente” presos por un sistema de justicia deforme que selectiva y políticamente elige a quienes pueden esperar sentencia en libertad y a quienes aunque siempre estuvieron a derecho deben esperar encerrados a que sus causas caigan. Porque todos sabemos que caerán. Porque sabemos cómo se compuso, en el caso de Milagro, el STJ que la encarceló, con trampa y engaño, y quienes vimos el antes y el después de lo que era su obra, también sabemos del odio a la felicidad del pobre.

Tenemos paciencia. Vamos despacio. La maraña que dejó el macrismo en todos los ámbitos de nuestra vida en común es monstruosa. Ningún gobierno desde el 83 había cometido tantos delitos a la luz del día sin que ninguno de ellos fuera tapa de diario. En la tapa de los diarios están los seleccionados para la demonización. El aparato de injurias y estigmatización no cambiará un ápice su naturaleza: siempre fue la misma, y no se puede deconstruir porque no se trata de periodismo sino de capitalismo corporativo, y los grandes medios son corporaciones como las petroleras o los laboratorios.

Hablo de Milagro porque nunca en mi vida me voy a olvidar de la primera visita al Alto Comedero en su esplendor, porque nunca se me había ocurrido que en este país existía un rincón como aquel, pluricultural, orgulloso, frenéticamente laborioso. Hablo de Milagro porque nunca voy a olvidar tampoco aquellos días de Reyes con los niños de las copas de leche armando sus mesitas coloridas y desbordantes de tortillas, y tortas acarameladas y bizcochuelos caseros. Nunca había visto ni volví a ver la felicidad popular tan concentrada, que olía a vainilla y a sudor. Y sigo hablando de ella porque nos han prohibido en estos años muchas cosas, pero hemos encontrado la manera de decirlas igual.

Milagro creó la Tupac diez años antes de que existiera tal cosa como el kirchnerismo. La creó cuando Cavallo decía que Jujuy era una de las provincias inviables. Es decir: que no se podía hacer nada por los jujeños. Que pasáramos a otra cosa, aunque la pobreza superaba al 50 % de la población y el hambre roía los estomaguitos de bebés y niñxs que habían nacido pobres. Ese es el determinismo de la derecha, que se fue volviendo ultra derecha aunque no querramos verlo. Serás lo que a tu lugar de nacimiento, a tu color de tu piel y a la clase que te toque le corresponda.

Milagro eligió para empezar su trabajo de organización popular empezar por ahí. En l992. A dar de comer. Y les propuso que armaran las primeras copas de leche a los estigmatizados de cada barriada. A los que tenían antecedentes penales. Esos que después nunca vuelven a conseguir trabajo, y menos todavía en un país en el que el trabajo estaba siendo dado por muerto.

A ella le han arrebatado más de cuatro años de su vida porque a la ultra derecha le molestaba el empoderamiento de los que deben mirar para abajo y nunca deben hacer ningún reclamo. Los que para los racistas que incluso no admiten que lo son, deben asumir que han nacido indios o negros, y deben clausurar en la infancia de idea del buen vivir.

Jallalla Milagro. Cada día, cada hora, hoy cuesta más, porque no sabemos cuánto más te ultrajarán y te difamarán. Es lo que hace esta gente, la de la ultra derecha de la política, el poder judicial y los grandes medios. Intentar destruir un buen nombre. Para destruir el tuyo mintieron a destajo y además rompieron a patadas las casas y se robaron hasta los motores de las piletas. Jallalla Milagro. Ojalá saques de tu memoria ancestral la reserva de fuerza y resistencia para esperar como hasta ahora, entera, el día de tu libertad. Lo escribo para que sepas que estás en nuestros corazones, como los demás compañerxs detenidxs.

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6 comentarios

  1. Bellísimo panegirico.
    Expresa a flir de piel , viscerslmente , el dolor que desemboca en la impotencia por la situación de Milagro .
    Nunca se comprenderá en toda su magnitud , ni se aceptará , la fantástica obra de esta gran dirigente popular .
    Es la Evita indígena .

  2. Fuera de lo común, ambas: M.S. y S.R.; cuando recupere su libertad ambulatoria, no distraerse en el merecido festejo. Deben salir a la luz todos los que prohijaron, apoyaron y mantuvieron esta basura; para que sean juzgados y condenados.

  3. Admiro tu coraje Sandra. Y, obviamente el coraje, la entrega y la integridad de una luchadora como Milagro Sala. Ella, como todos los presos políticos no deben estar un minuto más de rehenes de un sistema que quiere exterminar los buenos ejemplos. No hay que bajar la guardia, libertad para ellos y cárcel para los ladrones de Cambiemos. Por supuesto, luego de un juicio justo y con jueces dignos…pero deben pagar x todo el daño que hicieron xq la impunidad hará que regresen

  4. Hay quien habla de la blancura de los dientes de Milagro. Yo me horrorizo mas de las almas negras de quienes gobernaron los últimos cuatro años.

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