Un comentario

  1. La épica que reclama la columnista es para remontar la cuesta provocada por el poder real de la Argentina.
    Choca con ese propósito la pandemia y la abulia de la sociedad, que siempre cree que votando ya cumple con la democracia.
    Henos sido conducidos al estado actual de las cosas, por el Ejecutivo nacional que asumió con la directriz definida de apaciguar la sociedad, sacándola de la grieta a que sus mismos integrantes contribuyeron a fomentar . Los ejemplos sobran: el propio presidente bendecido por la denostada ; Massa , quien prometió ponerla presa ; y demás .
    Todavía el Ejecutivo nacional sigue con ese mambo ( se decía antes ) o rollo ( se diría ahora ) . Pero ya fracasó ostensiblemente esta política de confraternizacion. La derecha nunca acepta treguas .
    Entonces, ahora nos encontramos con alguien a quien permanentemente » le mojan la oreja » , desafiandolo, y por respuesta elige el estoicismo calculado .
    Su estrategia le puede resultar válida, pero sus votantes y el conjunto rescatable de la sociedad necesitan acciones claras y contundentes que reviertan la mezcla de malhumor y desconcierto social .
    El enemigo muestra sus cartas . Amenaza con más. Precisamos gestos claros . La sinuosidad termina fatigando .
    Por último, reflexiones sobre situaciones y personajes descriptos. 1 ) el flamante ministro de Transporte empezó a tono con la mayoría del gabinete no identificado con el kirchnerismo; es decir , bajando las expectativas para , en definitiva , hacer una gestión mediocre . 2 ) Pablo Igkesias hizo un enorme aporte a la política española. No comparto , aunque lo entiendo , más que nada a nivel familiar , que tome la decisión de alejarse definitivamente de la política. Al hacerlo se convirtió en una moda .
    Debería haber quedado en la historia como una idea; una causa ; una convicción.
    Me convenzo , por verlo todo tan claro , aunque consciente de las complejidades que no se pueden obviar , que resulta imposible plasmar un proyecto revolucionario con los cánones Impuestos por la democracia occidental . Los poderes fácticos no lo permiten . El único que se dio cuenta y eliminó dichos poderes ultra condicionantes fue Fidel Castro . Los y las demás forzosamente naufragaron . Fidel le dijo a Chavez , ante las tremendas adversidades que afrontaba : » Tu quisiste hacer una Revolución de saco y corbata » . Imposible .
    Mientras sigamos ajustados a los paradigmas establecidos para la democracia en esta parte del mundo , estamos condenados al fracaso . La columnista sabe que es así. Pero dirá : » ya lo sabemos . Sigamos luchando con lo que tenemos a mano » . O militando , como le gusta decir .

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