«¡Mirá como llueve! ¡Sabés lo bien que le hace esto al campo. No hay nada que hacer, Dios es Argentino!«.- Plata Dulce, comedia dramática de 1982-
Allá por 1914 la Argentina tomó el apodo de “Granero Del Mundo”. En la época de “tener la vaca atada» y «tirar manteca al techo» el país era habitado por 8 millones de almas y exportaba a todo el mundo.
Hoy somos 45 millones y producimos alimentos para unas 400 millones de personas y sigue siendo la exportación de granos, el principal ingreso del país. Y la falta de agua es la principal barrera para tener mayores cosechas.
Así aparece la HB4, súper semilla de trigo que se banca la sequía y la salinidad, Mucha más gente del planeta podría ser alimentada, África podría sembrar y muchas más divisas podrían entrar al país, pero tiene un problemita de origen… es “Transgénica”.
¿Por qué se le teme tanto a los transgénicos? Le preguntamos a la bioquímica con más reconocimiento en Latinoamérica y ella contestó “YO NO LE TENGO MIEDO”.
Raquel Chan, de ella se trata, es Bioquímica argentina, especializada en biotecnología vegetal. Educada en la Universidad Hebrea de Jerusalén y en la Universidad de Rosario, actualmente investiga para el CONICET y desempeña sus tareas en el Instituto de Agrobiología del Litoral. Fue elegida por la BBC como una de las 10 científicas más destacadas de Latinoamérica.
«Escucha a esos malditos científicos calificados» -No mires arriba, Netflix 2021.
Raquel nos dijo «Yo no puedo contar la historia de los miedos porque no tengo. Yo puedo contarle que es un transgénico, puedo contarle que se hacen trasplantes de órganos y a nadie se le ocurre que por trasplantar un órgano le va a salir un tercer ojo. En el caso del desarrollo nuestro estamos hablando de un gen, que es del girasol y que pasa a otra planta que no tiene ese gen, uno solito entre tantas decenas de miles que tiene cada planta. Eso le genera una característica nueva, que en este caso es tolerancia a la falta de agua, pero no genera otros cambios significativos que puedan justificar algún temor».
«Cuando se hace un desarrollo para mejorar una especie o una variedad se busca sumar una característica que mejore su condición. La falta de agua ha hecho perder al 50% de la producción mundial del cultivo .Por otra parte todo lo que comemos ha sufrido transformaciones. Desde que la humanidad se dedicó a la agricultura ha cambiado la naturaleza de las cosas y lo que comemos hoy no tiene nada de parecido, ni siquiera con lo que se comía hace 500 años. Cuando se dejó de cazar y ser nómade empezó a mejorar las especies de lo que iba plantando. Aún sin conocimiento genético ni de transgénicos, mediante la cruza y selección, fueron buscadas las características que más le interesaban y así, cruzando sucesivamente lograron lo que hoy consumimos. Se fueron dando mutaciones también por condiciones ambientales. Por ejemplo el brócoli o el coliflor no eran cultivos naturales, a través de mutaciones que se dieron en el tiempo llegamos a los que hoy comemos desde una planta muy feita».
-Pensábamos que Dios no creó el Brócoli. Que es imposible encontrar un brócoli suelto.
-Absolutamente. El maíz tampoco, como nosotros lo conocemos. Había una planta original en la zona de México llamada teocintle, que tiene una especie de choclo con pocos granos y flaquitos y por selección y cruza y sucesivas mutaciones llegamos a lo que vemos hoy en el supermercado, que es el choclo. Visualmente era muy feo, hoy nadie lo comería. Poco atractivo a la vista y poco atractivo nutricionalmente. La agricultura continuamente hace cruza y selección.
-Y cualquiera que cuida un jardín sabe que algún bicho y algún yuyo hay que matar para cuidarlo.
-Y así suele ser. Hay que minimizar el uso de químicos, pero es casi imposible anularlos con el conocimiento que tenemos en estos días. Anularlo del todo en este momento es imposible en una producción a gran escala. No se conoce una forma alternativa sin que se enfermen las plantas. Hay que tender a minimizarlos porque todos sabemos que no son amigables con el ambiente. Aún en Europa, en donde están prohibidos los transgénicos, se tira glifosato que no está prohibido. Está prorrogado por cinco años su uso.
-Que argumentan para prohibir el cultivo transgénico.
-Hay que preguntarle a los europeos. Dicen que son una modificación a la naturaleza, pero me parece que en realidad hay una batalla económica también con EEUU, tiene que ver con que la tecnología que se está vendiendo está dominada mayoritariamente por empresas con capitales norteamericanos.
Yo espero que nuestro trigo transgénico sea una potencia, pero eso lo dirá el mercado. Yo espero que sí. Es un desarrollo que hicimos en nuestro instituto en cooperación con la empresa Bioceres y consiste en trigo que tiene un gen de girasol que le confiere a las plantas de trigo y a otras especies vegetales tolerancia al estrés por déficit hídrico, produciendo más con menos cantidad de agua y consiguiendo mayor fijación de dióxido de carbono. En Argentina es super necesario, hay sequías monstruosas en regiones durante algunos años. Nosotros exportamos mucho a Brasil, que es nuestro principal comprador, por eso era muy importante la aprobación que hizo Brasil de nuestra semilla el pasado 10 de noviembre.
Cuando hay sequía fuerte la producción baja muchísimo y cae la exportación. Depende mucho si es el año de la llamada corriente de la niña o el niño y nosotros vamos con muchos años de sequía.
-¿De qué dependía la autorización en La Argentina y en Brasil?
-El permiso de las autoridades depende de probar que la semilla no causa daños tanto al ambiente como a la salud humana o animal, siempre comparado con el cultivo del cual proviene. Por ejemplo, si el trigo le hace mal a los celíacos el transgénico también le hace mal. En este caso no hay ningún problema para la salud de la gente según han demostrado los estudios hechos por el Senasa. Estudios realizados con animales que se alimentan por un tiempo prolongado y no le pasa nada. No es una declaración, es un ensayo con estudios. Cada tanto sacan cosas del mercado que no superan las pruebas. Son los que controlan que los alimentos cumplan con las normas de seguridad. Es mucho más seguro cualquier alimento controlado que un choripán comprado en la calle que ha pasado de mano en mano o han tenido triquinosis, Los alimentos controlados son seguros.
Europa no importa trigo ni ninguna planta de transgénicos, en cambio en EEUU los trámites están en la etapa final de aprobación. No creo que sea un problema.
En cuanto la utilización de herbicidas hay estudios que van siguiendo cuales son los límites permitidos y tolerados por la salud humana. Cuanto hay permitido en tal cultivo y con tal concentración. Hay organismos de control para eso.
-Hay que escuchar a los científicos, pero también hay muchas voces en contra.
-Yo creo que lo transgénico no es malo per se como lo natural no es bueno per se cada caso debe ser estudiado. En este caso en particular el trigo tiene un gen de girasol que nosotros venimos comiendo hace muchísimos años. El HB4 es solamente más tolerante a la falta de agua. No hay que tenerle miedo y hay que pensar que esto es un potencial ingreso para nuestro país que todavía sigue viviendo en un 80 por ciento de lo que produce la exportación de granos. Necesitamos ese dinero para comprar otro montón de cosas que todavía no fabricamos en la Argentina. Algunos habla de cambiar el modelo económico, para lo cual habría que buscar alternativas, que por ahora no escucho por parte de quienes dicen que esto es malo, pero sigue haciendo falta el ingreso de divisas, como por ejemplo para comprar las vacunas. Recordamos que yo puedo sembrar tomates en mi casa y eso está muy bien para mi consumo personal, pero a esa escala nunca vamos a producir como para exportar. No se contradice una cosa con la otra. Yo no soy economista pero me resulta sencillo de entender que si queremos importar vacunas y celulares, tenemos que poder exportar algo para tener divisas.
Si queremos otro modelo agroproductivo habrá que analizarlo, pero no será de un día para el otro y tiene que considerar que el país sigue necesitando el ingreso de divisas.
Apasionada Raquel nos deja pensando. Por momentos se la ve como fastidiada de tener que explicar lo que le resulta obvio. Ella lideró al equipo, es como la madre del HB4, quizá la mejor noticia económica de la década, para El Granero del Mundo.
El trigo Hb4 es tolerante a la sequia, ahora bien Se puede aplicar como control de malezas el glifosato o algunos de sus derivados como el glufosinato? Porque si así fuera seguimos contaminando el ambiente y las fuentes de agua
Mas que nunca es necesario el pensamiento critico para entender que acá no hay una sola verdad. Hay muchas variables irreductibles en juego y parece importante tratar de no dejar ninguna afuera. Se trata de la calidad de vida y de la salud y se trata de levantar a un país diezmado por el neoliberalismo una vez mas. No podemos darnos el lujo de hacer las cosas mal y de manera irreflexiva. Nos tenemos que sentar todas y todos a la mesa de un debate serio sin consignas previas.