Peligro

La contratapa de P/12 de hoy.

Dos días antes de la Nochebuena, en la ciudad alemana de Magdeburg, Taleb al Abdulmohsen produjo una escena atroz cuando atropelló con su auto y en zig zag a una muchedumbre congregada en un mercado navideño. El pavoroso azar de a quién le tocó morir y a quién sobrevivir en una escena así de siniestra, con cadáveres dispersos entre árboles nevados y llenos de bolas rojas y estrellas plateadas, hacen insoportable  al video que alguien grabó. 

La utilización de la internacional de ultraderecha en relación a este atentado terrorista de lobo suelto y de crueldad expuesta, deja a la vista la enagua de confusión y odio, la  mortaja que le tienen preparada a millones de seres humanos que dejarán de ser vistos y tratados como tales. 

Los neonazis de Afd aprovecharon inmediatamente la ascendencia islámica del asesino. Y empezaron a gritar que “por cosas como estas” hay que hacer deportaciones masivas de refugiados. Pero cuando la prensa alemana revisó las redes de Taleb al Abdulmohsen, se vio claramente que ése no era el caso del terrorista –a quien nadie llama claramente terrorista-, que había ingresado legalmente con su título de médico. Y se supo que no defendía la causa de su propio pueblo, sino la xenofobia de Afd. Era un converso, un neonazi.

Cuando en un par de días el relato de la maldad intrínseca de los árabes se caía, y había más evidencias de que Abdulmohsen tenía vínculos con Afd, Elon Musk salió al rescate. Tuiteó en su propia red “¿Qué está diciendo la prensa alemana? La mayor parte de la gente en Europa todavía cree que la prensa es veraz, cuando es pura propaganda. Por favor envíenles enlaces a través de X”. A lo que siguió un alud de posteos racistas desmintiendo la información periodística.        

Estamos en esa etapa: la nueva casta tecnofeudal que lidera Trump y de la que Milei es monaguillo, ha decretado la muerte del periodismo. Acá eso se deja ver (ensobrados, ratas, delincuentes, parásitos, etc.), pero pasa a escala global: la gran prensa opositora se ha extinguido. Las grandes empresas son de buitres o de corporaciones cuyas líneas editoriales manipulan a la opinión pública a favor o en contra de negocios extraperiodísticos. Los dueños de las plataformas, como Musk, cuya influencia global es más grande que la de Trump, han decidido deshacerse de un obstáculo, y quedarse con todo: el dueño de la palabra es el dueño de las cosas. 

Y lo que quiere la nueva casta tecnofeudal es el lado oscuro de la luna.  Luchan para ser libres de esclavizarnos.  

Ya estamos muy cerca de un límite de alienación masiva nunca visto, que alimentan incluso coberturas banales sobre incidentes como el de la Navidad con los diplomáticos rusos. Toda la carga geopolítica que se iba sedimentando con las horas del diplomático ruso encerrado en el auto, no fue advertida. Los cronistas se convirtieron en medidores del agua que tomaba, en señaladores morales que le gritaban que él tenía que respetar las leyes argentinas, en las quejas de los vecinos paquetes, y ninguno hacía mención a la guerra contra la Otan, en un país, nuestro pobre país, que ahora pone sus huevos ahí. Todos seguían con el lalalala de “la invasión rusa a Ucrania”.

Esa expresión valida toda la narrativa falaz del atlantismo para mantener la hegemonía de EEUU en esta región. Y todo tiene que ver con todo. Zelensky estuvo en la asunción de Milei, y es quien ha hecho un gran aporte simbólico a la internacional de ultraderecha: reintrodujo al neonazismo como algo que no debe ser tan malo si sale en la tapa de Vogue.  

 El ataque cognitivo es tan grande, que ya no tiene sentido probar que algo es verdad o mentira, porque a los zombies no les importa que algo que les gusta escuchar sea verdad o mentira. Ellos quieren confirmar que alguien tiene la culpa de su vida de mierda, y tiene que pagar. La ultraderecha los baña en resentimiento. Son efectivamente, los sentimientos y las emociones que circulaban hace siglos, cuando la gente gozaba de ver a los ahorcados, cuando a las mujeres infieles las apedreaban o las ataban a un poste en la aldea, o cuando en señor feudal decidía, porque sí, que ese año se le tributaría la mitad de la cosecha.  

Hemos dejado atrás, como especie, y en general, la esclavitud, el vasallaje, el diezmo,  la justicia del amo, la miseria como destino inexorable si no se ha nacido noble, el poder absoluto del pater familias. Pero la voluntad del poder absoluto, la instigación al delito y al goce de la crueldad han vuelto, de la mano de extrañas criaturas como Musk, que han decidido que un hijo trans es un hijo muerto. Es gente que cree que la sensibilidad es woke. No tienen cuerpo ni alma. Tienen poder y más millones de los que podrán gastar sus bisnietos. Y son el mayor peligro que enfrenta nuestra especie desde que existe.

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2 comentarios

  1. Preciso comentario y lo vemos poblaciones alienadas que festejan la crueldad. Anomia total, todo vale y se escenifica. Escondidos en el anonimato claro!

  2. Muy completo el informe ;me gusto volver a poder leer o escucharte .soy de cordoba y alli como.bien sabras los medios de comunicacion ya casi no son verosimiles con algunas pocas exepciones .requierem mucha busqueda para poder informarse y si no perteneces a un determinado grupo no tenes informacion .soy una ciudadana de a pie sin titulo profesional pero me interesa mucho estar o por lo menos informarme de buena fuentes .aca en cordoba se metieron con los SRT Y LO DESMANTELARON .Y YA LA RADIO NO ES ÑA MISMA .muchas graciasss 💖

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