Macri no agrede a nadie, ¿eh?

Mauricio Macri está imponiendo un hit. No sé si se le ocurrió a él o a sus asesores, pero “Yo no agredo a nadie” es su ariete defensivo cuando se le tira algún dato de su historia. Nadie se mete con asuntos personales, sino con cuestiones puramente públicas y pertinentes, pero Macri se puso Off: con su “Yo no agredo a nadie” repele y se desmarca, y al mismo tiempo refuerza su imagen de tipo Pro, de estaría bueno, de qué divertido.

La gente está tan harta de mirar las campañas electorales como un partido de tenis en el que la pelota es el agravio, que tuvo éxito el slogan macrista de “venir con propuestas”. Pero el de Macri es un discurso cerrado sobre sí mismo y embalado en ese plástico que les ponen a las valijas en los aeropuertos. “Venir con propuestas”, que reemplaza al marco ideológico del que Macri se niega a hablar, no puede nunca dispensar al candidato de tener un pasado público, y de tener que dar cuenta de él.

Lo raro es que la gente que lo votó no le pide que dé cuentas, ni está interesada en profundizar esa parte del debate. Es más: no hay debate. Quien votó a Macri votó lo que Macri es, un empresario que jamás hubiera acumulado semejante torta de riqueza sin aprovechar los costados corruptos del Estado que su grupo apoyó. Por épocas, el grupo apoyó a un Estado terrorista, a un Estado idiota y a un Estado prebendario. Los Macri nunca hicieron autocrítica. Hicieron autocrítica hasta las Fuerzas Armadas, pero los empresarios que empujaron a Martínez de Hoz a implementar aquel modelo siniestro que sembró de pobreza estructural a este país a costa de la aniquilación de los opositores nunca hicieron autocrítica. No correspondía, claro. De los empresarios uno no espera eso. Pero tampoco que hagan política. Si se meten en política, tienen que hacerlo, les guste o no, con su pasado.

Macri no quiere hablar del pasado. No quiere hablar de modelo. No quiere hablar de ideología. Pretende que lo suyo será gestión quirúrgica, gestión aséptica, un devenir amable de bancos en las plazas, tránsito fluido y baches rellenados. Sigue con el marketing que le dio resultados increíbles. Y es efectivamente increíble que con su “Yo no agredo a nadie” Macri pueda gambetear y llegar al arco, con gente que le tira papelitos. Esa gente sabe quién es Macri, y sabe que Macri no quiere hablar del pasado porque su archivo no lo resiste, y sabe que Macri no quiere hablar de modelos porque si dice cuál tiene en mente no va a ser Pro, y sabe que Macri no discute ideología porque la desideología ha permitido el control de los débiles y eso no tiene por qué cambiar.

Blindado en su “Yo no agredo a nadie”, Macri sonríe. Su situación es inmejorable. Cualquier dardo pesado será devuelto con su latiguillo. Esto en cristiano se llama hacerse el boludo, pero la escaramuza está bastante bien armada, y cuando la gente no quiere ver lo que tiene delante, porque es horrible, y prefiere tomar a algún personaje de la realidad como un molde en el que hornear sus ilusiones, lo demás sigue solo.

Macri no agrede de palabra, pero agredió de hecho. Su grupo agredió de hecho a millones de personas, porque succionó al Estado. Porque pervirtió lo colectivo en beneficio propio. Tomando nota de eso, ¿cómo va a querer Macri hablar de ideología?

Lo raro es que haya tanta gente detenida en el árbol, cuando sólo un poco más atrás está el bosque, y en él, una emboscada.

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12 comentarios

  1. Excelente nota. La leí en el diario y refleja exactamente lo que muchos (no tantos como quisiera) sentimos. Podrá parecer tonto, pero en estas semanas donde pareciera que somos minoría absoluta quienes estamos realmente preocupados por estas elecciones, leer artículos como este reconforta. Hoy en el colectivo un comentario acerca del debate que finalmente no se hará me valió 15 minutos de conversación entre dos señoras grandes acerca de cómo Macri es nuevo y no va a robar y de que Fidel Castro tiene mucho dinero y que siempre nos toman de boludos.
    Aparentemente si, somos boludos. O no, porque decir (como dijo una de ellas) que quiere ametrallar a los piqueteros no es boludo. Es peligroso.
    Tal vez sea hora de volver a las calles. Por lo menos, leyendo estas cosas uno sabe o intuye, al menos, que no está ni estará solo.

  2. A mi también me encantó esta nota. Lástima que haya tantos ingenuos/boludos/gorilas/lo-que-sea que se creen el «discursito PRO».

    Se olvidan que «Mauricio» es el mismo que no fue a las sesiones del congreso, el mismo que dijo de meter en cana a los cartoneros, el mismo que pedía que el estado se haga cargo de la deuda de las empresas. ¿que mierda le ven a ese tipo? ¿será que usa el discurso demagógico «anti-política» y la gente cae?

    ¿en serio creen que es nuevo Macri? ¿no ven que es Menem con ojos claros?

  3. Excelente artículo. Unido al de Aliverti del 13/06 reflejan la realidad del electorado de Capital que lo ha votado.
    Me recuerda a la frase de B. Brecht sobre el «Analfabeto político».
    La peor opinión es el silencio….

  4. Lei su nota Marcelo y sinceramente no comparto en absoluto lo que escribe. No creo que Sandra Russo esté llamando estúpidos a los electores porteños. Tal vez yo si. En el 2003 MM decía que a los cartoneros se los llevaba presos (ud, omite eso en su nota, pero se lo perdonamos) y de repente hoy les dice «vamos a regularizar su situación, les vamos a dar guantes». ¿Pero de qué estamos hablando? Nada de trabajo digno, guantes. Yo me quedo rico, ud se queda pobre. Pero como yo soy bueno y tengo como estandarte la solidaridad le doy guantes. Y la gente lo vota. Porque ahora es Mauricio y «no agrede» y tiene «propuestas» (de paso le pido que si las conoce las publique) y porque quiere educación gratis. Y porque la gente cuida su bolsillo y quiere veredas sanas y calles iluminadas.
    Detrás de esa no ideología, de esa idea de la gestión eficiente se esconde quien no va a hacer nada para sacar al cartonero de la calle. Y tal vez ud. ve como terrible que un piquetero esté con la cara tapada, o que una calle esté en penumbras mientras otros vemos más allá y nos preguntamos qué pasaría si ese piquetero tuviera otra vida, no guantes. La situación no está bien, pero Macri no es nuevo, no gestiona, no es mejor y si, tiene una tremenda ideología.

  5. Sandra:
    Creo que es tiempo de que el oficialismo revise su estrategia política. El discurso desgañitado y la apelación a la barbarie del pasado como sistema de captación de voluntades no va más. Me parece miserable considerar emparentado con el proceso a cualquier hijo de represor o empresario de entonces y una persona inmaculada al que es hijo de un desaparecido o de un montonero vivo. Con este mismo discurso deberíamos estigmatizar para siempre a toda la descendencia de Aramburu, de Videla o de Massera por izquierda y la de Firmenich, Santucho y Gorriarán Merlo por derecha. Un disparate total. No es pro.

  6. stimada Sandra.
    Me tomo el atrevimiento de escribirte , tal vez no sea este el lugar indicado para escibirte, pero fue el unico que encontre… Perdona que te moleste, pero resulta que con esto de la movida de macri y sus intenciones de quedarse con la policia , se me ocurrio de forma medio primitiva y sin tener los conociemientos legales , que era medio complicado que por ejemplo los TUCUMANOS O LOS BONAERENSES PAGUEN LA POLICIA DE MACRI… o que la policia de macri, intervenga en tierra de otros gobernadores.. que opinaran ellos.. no se tomo en cuenta esto..
    Sabiendo de tu talento, de tu pluma y de tu moral intente darte mi opinion para que , tal vez puedas a partir de esta idea detener la ideologia blumberg.
    Saludos y es muy bueno leer tus opiniones.
    Manuel

    PD : si llega a otras manos por favor , de ser tan amabale y considerarlo en algo util , agradeceria se lo hagan llegar a Sandra.

  7. Hola Sandra, soy el Alberto del taller de los míercoles. Como ya nos tenés acostumbrados a tus lectores, tu texto es impecable.Cuando en uno de los últimos párrafos escribís la palabra «Blindado…» en alusión a Macri, levanté la vista y busqué el papelito que tengo pegado en el corcho y volví a leer: «La precisión fundamental de lo que se escribe es la única moral del escritor» Ezra Pound.
    Victoria, coincido plenamente en todo lo que decís.
    Inés: La crítica es una de las formas de expresar nuestra opinión. El derecho a la libre expresión es uno de los tantos pilares del sistema democrático. Se me ocurre que siguiendo esa lógica, la crítica ES democrática.
    Sr. Marcelo: Realmente su capacidad de sacar conclusiones retorcidas me demuestra una imaginación febril. Que haya concluído que Sandra Russo está a favor de la esclavitud me hizo chiflar los huevos de la risa. Es lo mismo que decir de usted, por ejemplo, que es un incansable luchador por los derechos humanos.
    Al principío de su nota usted acepta que en la historia de nuestro país muchas veces han coincidido, para caminar tomados de la mano, la derecha y el espíritu antidemocrático. A pesar de no coincidir (se habrá dado cuenta) en absoluto con sus posturas, intuyo en usted a alguien medianamente intligente. Invocando esa lucidez preclara me pregunto y le pregunto si alguna vez se ha detenido usted a pensar algo que podría sonar, más o menos, así: «Oh, qué extraño, la derecha y el sentir antidemocrático siempre van unidos en este paisito diezmado. ¿Será obra de la casualidad, o tal vez se apoyen el uno al otro, se potencien a partir de sus intereses comunes y arrasen con todo lo que se oponga en su camino común? No lo sé, señor Marcelo, sospecho que su conclusión sería que esa convivencia histórica obra de la mera casualidad.
    Ah, me olvidaba: cuando nombra a periodistas que han apoyado golpes militares gracias a su sentir putrefacto antidemocrático, omitió poner a dos valuartes del periodismo más obscenamente asqueroso y fascista: Eduardo Feimann y González Oro. Porque qué puede haber tan claramente identificable en este sentido como estar de acuerdo y abogar por el «gatillo fácil» por parte de la Policía? Del Estado, me comprende. ¿Usted también quiere que a los delincuentes les metan bala?
    Ah! Me olvidaba otra cosita. En un momento de su artículo usted nombra a Roca como un gran prócer y alguien que hizo mucho por el progreso de la Nación. Omitió el pequeño detalle de que fue uno de los más diabólicos genocidas de indígenas de la Patagonia. A cada uno que mataban le cortaban la cabeza. Una vez eliminado el terreno de indeseables piqueteros, perdón, quise decir indios, regaló miles de hectáreas a otros hijos de puta como él, como si hubiera sido el dueño de la tierra.Pero eso no lo dijo usted cuando habló de Roca. Y tal vez sepa que en el lenguaje escrito, no poner algo -quiero decir no ponerlo por escrito- es también estar diciendo algo, y a veces revela muchas más cosas que las puntuales que se omiten.
    Si me quiere responder, le pido que se dirija a mí como «El progre Iluminado», que así me conocen en mi barrio, vió.

  8. DEDICADO A LA MAFIA DEL CAMPO, A LOS MACRI, LOS LILITA, LOS DAS NEVES,
    LOS DUHALDE, Y A TODA CARROÑA QUE TRANSITA EL SUELO DE MI PATRIA.

    ***CON LA MIRADA DEL SEÑOR***

    Cuando la razón sucumbe
    en las tinieblas del oscurantismo,
    en el autoritarismo y la hipocresía…
    El tirano y sus secuaces festejan,
    desmembrando su presa, trozo a trozo.

    Cuando la soberbia intelectual,
    montada en su maquina infernal,
    la paz y la humildad del moribundo,
    tapizan las calles con su piel.

    Y lo que ayer solo fue felicidad,
    luce como un trofeo más,
    del tirano envilecido,
    en las estanterías, de su vanidad.

    El tirano y sus mentiras…
    arenga al pueblo con bella prosa,
    cuidando su dialéctica mentirosa,
    no sea que se note tramposa,
    usando las palabras del SEÑOR.

    Convence a gritos mirando al cielo,
    lo que luego desdice siendo bendito,
    entre humo y alcohol en una mesa de póker,
    disfrutando orgulloso sus estoques,
    contra quien eligió ser su enemigo,
    desatando su furia en el castigo,
    entre catacumbas de media noche.

    Ese que regalaba flores por doquier,
    y pequeños trozos de papel,
    manuscritos dotados de bello amor,
    amor bonito, dictados de su corazón.

    Pero el tirano desclasa la razón,
    sellando bocas que preguntan,
    vaciando cuencos de ojos que por ver,
    nunca más habrán de leer,
    versos que llenaron su corazón.

    …Vale más el deshonor…
    …Vale más la hipocresía…
    que concubinada con la cobardía,
    el tirano se erige en DIOS.

    Y se eleva por los muros, cual SEÑOR,
    marcando cabezas de traición,
    cuenta cabezas de chupamedias,
    mientras permanece en su bastión.

    Rodeado de sus secuaces,
    que pondrán trancas a las puertas,
    por si en una de esas se acercan,
    LAS LEGIONES DE LA RAZÓN.

    GIOVA–11-10-09

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