El Iceberg

El juicio por el aberrante crimen de Fernando Báez Sosa encubre una cultura de la crueldad subterránea de la que se habla poco. Nota de Matías Fernández Madero.

Los jóvenes que mataron a golpes a otro joven es la punta del iceberg de una masa de hielo enorme, sumergida, y que no la queremos ver. Cada vez que leo alguna noticia sobre este terrible episodio siento lo mismo: hay algo importante, de base, que no se habla. A veces se nombra de refilón, se habla de los “hijos del poder”. Ahí ya nos acercamos un poco a la cuestión de fondo, al tema del cual deberíamos estar hablando, el tema que nos debería estar interpelando. La única víctima no es el joven que murió; los jóvenes que mataron, casi adolescentes en su momento, también son víctimas. Es muy probable que puedan terminar toda su vida presos.

Debajo de lo poquito que sobresale a la superficie, y que es casi lo único que los medios reflejan, hay muchas cuestiones que no se hablan, que no son material de análisis, que no son noticia. El odio de clase por ejemplo. Ese odio en el cual los jóvenes que pegaron y mataron mamaron desde que nacieron; asimilando continuamente una letanía que se les metió en cada célula y que imprimió en sus mentes un mandato que siguieron al pie de la letra. 

Caín, adonde esta tu hermano? Pregunta que da sustancia a toda la masa del iceberg, a la pequeña porción que vemos sobresalir a la superficie, y también a la enorme masa sumergida en las profundidades. Abel muerto a golpes por semejantes que crecieron alimentados todo el tiempo con odio. Alimento que hace que muchísima gente vea en los más pobres -y en la dirigencia y partidos políticos y organizaciones que luchan contra la injusticia- la razón de sus desdichas. Alimento-mantra que repite permanentemente negros de mierda. Si no comenzamos a escuchar en serio esa pregunta fundacional, y a tratar de entender adonde estamos parados la cosa se va a ir poniendo cada vez más difícil. 

El espiral de violencia pareciera estar acercándonos a un final. El iceberg es el único que hay, es el único en el cual habitamos. Cada vez queda menos tiempo para animarnos a ver todo lo que no queremos ver. Se está acercando a costas peligrosas, flotando en aguas cada vez más cálidas y embravecidas. La pregunta mientras tanto sigue siempre ahí latente. 

Justicia para Abel y mucha interpelación para Caín, interpelación que no pare hasta obtener alguna respuesta, que vendrá desde lo profundo, desde el corazón mismo del iceberg en el cual, lo sepamos o no, estamos todxs a la deriva.

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5 comentarios

  1. La nota anuncia aumento de violencia mientras analiza el primer asesinato de la humanidad en medio queda la historia relatando lo necesario que es ser violento .

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