Un falso twitt del Turco Asís, surgido seguramente de las entrañas del monstruo que seguirá al acecho, enturbió muchos ánimos hoy. Con evidente mala espina, se decía allí –y en otras “fuentes” imprecisas que se pusieron en circulación – que había habido un “pacto” entre el macrismo y el Frente de Todos para “dejar así” los números en nombre de una presunta “gobernabilidad”. Es cierto que los números no dan, que hubo evidencias de manipulación de DNI, de alteración de padrones y exageradas subidas en algunos distritos que cumplen la función, para el macrismo, de “haber dado vuelta” lo que parecía irremontable. Hay denuncias presentadas, Graciana Peñafort se ocupó de disipar dudas formales, de indicar cuáles serían los pasos a seguir, y se esperará el escrutinio definitivo, toda vez que los datos que se conocen hasta ahora no son los datos realmente válidos. Pero quiero volver a la palabra “pacto”.
Para que estemos preparados. Para que asumamos que le ganamos al macrismo pero no le hemos cambiado su esencia mentirosa y trucada, ni hemos disuelto los enormes intereses que se siguen moviendo atrás de ese equipo desastroso que nos dejó realmente esa pesada herencia con la que se excusaron cuatro años.
Personalmente, como a todos y todas, me gustan más algunos candidatos y candidatas de los nuestros que otros, pero haciendo uso del más raso sentido común, me suena inverosímil, pueril, puerco y muy macrista que ya hoy se esté hablando de “pacto”. El triunfo está recién nacido y ellos han comenzado su retirada con un incendio en el Banco Nación después de agitar desde el domingo con su 40 %. Es evidente, por el tono que usaron tanto Macri como Vidal al aceptaer la derrota, que no se dan por derrotados. Y lo primero que intentarán hacer es dividir. Es la más fácil, la más obvia y la más burda de las estrategias, pero a través de trolls y comunicadores adictos, más seguras propuestas silenciosas que sobrevendrán, que tentarán a muchos con la división de un Frente que, así tal como está, los venció y los pone a mano de ser investigados como corresponde, porque sabemos que en el mandato de Macri se cometieron una cantidad considerable de delitos.
El paisaje sigue siendo opaco y lleno de sombras. Pero hay algo que tendríamos que tener muy claro: este Frente debe tener una pronta identidad, no puede ser un patchwork de distintos sectores unidos con alfileres. Para lograr lo que nos proponemos colectivamente, este Frente debe darse la oportunidad de germinar como una base de un país que nunca existió hasta ahora. Esa unidad que se pronuncia debe encarnar, o nada habrá servido. Y para eso es necesario otro voto, un voto de confianza entre nosotros. Un tiempo de prudencia y de tolerancia mutua que en el
mejor de los casos nos acercará y nos hará más, y más fuertes. No podemos equivocarnos en eso. Estamos en el baile y hay que bailar. Llegamos juntos al baile y vamos a bailar juntos. El porcentaje que sacó Alberto Fernández, y que seguramente irá creciendo día a día a medida que se llegue al recuento definitivo, es apenas la señal de largada de un proyecto muy ambicioso, que es que por fin la unidad de tantos sectores nacionales y populares peleen mancomunadamente por un objetivo común, que es devolverle a nuestro pueblo su vida digna. Eso se malogrará si no sabemos cuidarnos de la perfidia, de la mala entraña y de la confusión que sembrarán sin pausa. Ya los conocemos. Es mala gente. Algunos se tomarán un descanso y llegarán nombres nuevos.
Pero los intereses que representó Macri seguirán intentando rasgar donde duela, echar oscuridad donde hay luz, habrá expertos en maledicencia. Si aprendimos del dolor que nos provocó esta tercera ola de neoliberalismo, tenemos que darle importancia y calidad al Frente que armamos. Tenemos que cuidarlo y que blindarlo. Es nuestra herramienta política. No tenemos otra. No lo olvidemos.
Es cierto querida Sandra, en varios grupos, todos afines al Frente, ya comenzaron los posteos de desilusionados, enojados, asustados y hace tres días que votaron
Con personas que ponen palos en la rueda, antes de que ésta empiece a rodar,
va a resultar muy difícil avanzar.
Seria un sueno lograr una unidad efectiva. La unica manera de enfrentar esos poderosos interese
Creo que todo nace en que Asis no tiene un pasado edificante .
Siempre se burló del matrimonio Kirchner. Creo que los llamaba en el programa de Majul » Pulgarcito » y » Capericita »
También fue candidato a vicepresidente de Sobich contra Cristina .
Es un tipo al que le gusta ser opositor . O sea es un cómodo .
Está claro Sandra – cuidaremos al Frente de Todos.
Gracias por tu reflexion que la hice carteles
Nos quedamos pensando
Un abrazo
Gracias Sandra, no tenía palabras para esa sensación que ahora puedo ahora puedo articular con las que me diste. Sabiendo que somos lo que hacemos y, para no ser un pachwork, tenemos que darnos ese voto de confianza para que la acción nos de identidad.