La autoproclamación de Jeanine Añez a la presidencia de Bolivia con una enorme biblia en la mano en la que se lee “Los cuatro evangelios” es una muestra más de cómo “la fe” aparece, en esta nueva fase de colonialismo, como un instrumento político que divide a la ciudadanía, y que la enfrenta para sembrar aquí y allá guerras civiles de alta o baja intensidad. Estados Unidos está más que dispuesto, parece decidido a recuperar Latinoamérica bajo la doctrina Monroe: algo que les pertenece. El golpe de Estado en Bolivia y los derechos de ese pueblo y de todos los pueblos de la región peligran. Enrique Dussel, académico, filósofo, historiador y teólogo argentino, naturalizado mexicano, analizó el contexto de América Latina, “donde nos enfrentamos a nuevas categorías que surgen de una realidad colonial, nos encontramos desvalidos de teoría para poder encarar esto”.
En una entrevista brindada al Canal 21 de México con Carmen Aristegui, el filósofo Enrique Dussel afirma que desde el fin del siglo pasado, los movimientos progresistas -que algunos los llaman de izquierda- cubrieron América del Sur, “pero de pronto hubo un paso atrás, empezó una reorganización de la derecha comandada por la OEA”.
Dussel se refiere puntualmente a la situación de Bolivia, que junto con Haití era el país más pobre de América Latina, y que ha aumentado anualmente su porcentaje de riqueza, y su PBI como ningún otro. Dice que es necesario “pensar muchos temas nuevos que no se habían hecho objeto de estudio”. El primero sería pensar cómo un sector de clase, que habiendo estado en la pobreza, gracias al éxito de estos gobiernos progresistas, ingresa a una especie de clase media y pasa a tener otras aspiraciones, que ya no significan salir de la pobreza. “Hay un cambio de subjetividad, pasan a ser consumistas neoliberales, que creen que ciertos proyectos tradicionalmente de derecha pueden solucionar sus nuevas aspiraciones”.
Para Dussel se ha observado muy poco la subjetividad, y asegura que estamos frente a un fenómeno nuevo, con las iglesias neoevangélicas apoyando el proceso brasileño y boliviano, con un hombre desaforado como Camacho que dice algo que teóricamente es esencial: “Vamos a sacar de los lugares públicos a la pachamama y vamos a imponer la biblia”.
Dussel explica que esa biblia “no es la del catolicismo y de derecha tradicional, es la biblia de los nuevos grupos evangélicos que justamente toman la cultura popular y los pueblos originarios como un oscuro paganismo, que el cristianismo –su cristianismo- debe reemplazar a rajatabla. Esa biblia no es católica de derecha, es una biblia que viene de las sectas norteamericanas y cambia la subjetividad de un indígena que tiene su cultura y lo quiere transformar en un hombre moderno, que deje las borracheras y que ahora sea más ascético, que se proponga trabajar y entrar en la sociedad capitalista burguesa”. Todo como parte de un estereotipo ya inoculado: poco pueblos hay más laboriosos que el boliviano.
Se trata, en palabras del reconocido filósofo, de poner en la escena una biblia del evangelismo norteamericano, en una actitud perfectamente orgánica, “en querer destruir la tradición indígena, que se suma al racismo tradicional y al machismo, y al mismo tiempo con un sentido burgués y pronorteamericano, es una nueva interpretación de la sociedad. Es un cristianismo fundamentalista, fanático, donde la riqueza es considerada una gracia de dios. Es novedoso, y está prendiendo en muchas partes”.
Lo cierto es que en Bolivia se da por una parte la blanquitud racista que desprecia al indígena. Son las cholas bolivianas humilladas, siendo rapadas, violadas, ultrajadas. Hemos visto en distintos videos cómo lloraban “las mujeres de pollera”, las cholas feministas, cuando los soldados les cortaban sus trenzas. La pollera y las trenzas tienen un alto significado simbólico para ellas. “Esto coincide con la doctrina de la OEA dirigida por Almagro. Eso da un panorama desconocido para América Latina, que hay que enfrentar con mucha seriedad. Es un fundamentalismo de derecha evangélico. Son nuevas categorías que surgen de una realidad colonial, que en Europa y en Estados Unidos no pueden interpretar, nos encontramos desvalidos de categorías teóricas para poder encarar esto”.
Pero el pueblo, según Dussel, va a reaccionar. Va a encarar lo que está pasando, “por las tradiciones aymaras, que ya han sido influenciadas por cinco siglos de catolicismo, van a enfrentar a los grupos evangélicos. Vamos a ver a grupos de lucha religiosa, que es esencialmente política”.
Hoy en América Latina los grupos neopentecostales se han propagado muchísimo, son cuentapropistas. Dussel explica cómo un pastor “aprende de otro un cierto lenguaje, un cierto uso de ciertos textos bíblicos, arma un argumento que no es propiamente mesiánico sino ideológico y político contemporáneo con textos bíblicos, y pone su comunidad a la cual se le cobra un diezmo, y se enriquecen”. Cualquier buen orador puede vivir de eso. El neoevangelismo se propaga como un negocio: “Logran tener mucha presencia en nuestro pueblo, porque está angustiado, está pobre, está sufriente, y no sabe el sentido de todo eso. El pobre que deja de ser pobre agradece a Dios, porque gracias a Dios tiene un trabajo, tiene una casita, cumple con su deber, y deja sus tradiciones”.
Se trata de la biblia reinterpretada desde un hombre norteamericano, “es el origen de la posibilidad de una nueva vida. Eso es hoy utilizado por la OEA, que se está retirando de Medio Oriente; estuvieron en Irak, Irán, Afganistán, Libia, haciendo desastres, y se alejaron de América Latina. Aquello ya lo dejan de pensar, han sido derrotados por los rusos, vuelven a América Latina porque la quieren recuperar, y estamos en esa situación. Es el enemigo disfrazado, ya no quieren disputar elecciones porque saben que las pierden, estamos en un momento muy peligroso”.
«Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=6L2IiK8cAg4»
Es una nota muy esclarecedora .
Cumple la gran misión de abrirnos los ojos .
Hay que enfrentarlos duramente y derrotarlos .
Están los filósofos que observan el mundo y los que pretenden transformarlo. Dussel el filósofo de elevado perorar, no puede organizar ni un pijama party pero da cátedra a todo el mundo. Y en este caso se limita a «describir» sin dar ninguna orientación de enseñanzas y respuestas. Mi humilde opinión, no alcanza con «buenas intenciones», con «mejorar las condiciones de vida», con «la pachamama», hay que construir ideología, trabajar sobre las FFAA y constituir sólidos equipos de inteligencia. Pero para Dussel todo esto es demasiado terrenal.