Tejedoras de Paracas

La cultura Paracas-Nasca, del Antiguo Perú, ha legado sus mantos maravillosos que integraban sus ritos funerarios.

La Cultura Paracas-Nasca, que se desarrolla en el Antiguo Perú entre los siglos III aC. y VII dC. y fue descubierta alrededor de 1925, ha legado a la historia de los textiles las piezas más importantes de América Precolombina: Los mantos de Paracas, que acompañaban a sus muertos hacia el más allá.

Grandes piezas de tela de algodón, totalmente cubiertas de bordados a la aguja realizados con lana de camélido, teñida en una variedad increíble de colores. Hasta ciento veinte tonos, en algunos casos.

Una de las cosas más sorprendentes, es el diseño de estos mantos. Por lo general, representan seres míticos cuya imagen se repite muchas veces sobre un damero, donde se alternan cuadrados lisos con cuadrados bordados donde aparecen los seres; en la faja perimetral, éstos se repiten en tamaño mayor.

Esas figuras producen al espectador una sensación de luminosidad que maravilla : el secreto es el intercambio de colores en cada parte de cada personaje, en alternancias cuyas claves, han sido muy difíciles de dilucidar.

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