Cómo actuó la justicia provincial y el poder político?
El jueves 28-10-21, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en voto dividido y por
una ajustada mayoría de tres a dos, terminó por confirmar el fallo de la justicia
cordobesa, que había declarado a Germán Luis Kammerath, autor de negociaciones
incompatibles con la función pública, al haberle adjudicado a una empresa vinculada
con un cuñado suyo, un contrato de la Municipalidad de Córdoba en la época en que
era su Intendente, debiendo cumplir ahora sí la pena de tres años y seis meses de prisión
e inhabilitación especial perpetua que se le impusiera. Esa misma noche el dirigente de
la UCD convertido en operador de Macri ingresó a la cárcel de Bower para cumplir su
primer día de prisión.
El juicio que lo condujo a su condena se llevó a cabo en el año 2015 por ante la Cámara
Segunda en lo Criminal, a cargo de los jueces Valdez, Ugarte y Vitozzi, siendo la fiscal
acusadora Laura Battistelli, pero con la característica que fue con jurados populares
por la índole del delito que se trata, por lo cual el fallo del 13-11-15, dictado por
unanimidad, contó con la participación ciudadana.
La denuncia fue presentada por Luis A. Juez, cuando era intendente de Córdoba, el 13-
11-2003, constituyéndose esa autoridad municipal como querellante particular, aunque
al momento de los bifes, es decir del juicio, este dirigente político ya había ingresado ese
año 2015 en la alianza de Juntos por el Cambio de Macri, y había ubicado a su
apoderado, Ernesto Martínez, como candidato a primer senador nacional, por esa
fuerza de derecha, cargo que ejerce hasta la actualidad. Y claro, cuando fue llamado a
declarar, Martínez protagonizó el escándalo de afirmar que no se acordaba de nada, se
desdijo de todo, hasta de que fue uno de los denunciantes, todo un bochorno. Ante ello
y encima habiendo disminuido bastante su caudal electoral por entonces, Juez decidió
presentarse para ratificar la denuncia, ante la sorpresa de sus socios que ya habían
experimentado con Martínez que estar juntitos les venía bárbaro.
Sin embargo, la era del macrismo aplastó la del Cordobazo y se impuso por lejos en la
Docta, y la intendencia radical imaginen que opinó cuando le preguntaron sobre el
recurso de casación que presentó la defensa de Kammerath, sí adivinaron, la querella
estuvo de acuerdo con el Fiscal General de la Provincia, de que había que absolver al
imputado. Aunque no dio resultado la estrategia, ya que el Tribunal Superior de
Córdoba, el 13-04-2018 confirmó nomás la sentencia de la Cámara Segunda, igual
Germancito no fue preso ya que, no obstante que se le rechazara el recurso
extraordinario que presentara, en un hecho inédito según experimentados jueces, se le
dio efecto suspensivo al recurso de queja, cuando la jurisprudencia pacífica era que
igualmente ya se empezaba a cumplir la pena impuesta. No fue el caso de Kammerath,
porque mientras era Presidente su amigo y socio político y estaban presos decenas de
opositores políticos, este condenado miembro del establisment, minga que iba ir a la
cárcel. Incluso en la Corte sus amigos Rosenkrantz y Maqueda, con los mismos
argumentos suyos casi lo salvan.
Pero no pudieron y ahora sí, con otros aires nacionales de por medio, la justicia de
Córdoba dio un buen ejemplo a seguir, más aún con participación popular y mediante
un proceso regular, sin armados ni persecución, para que los que realmente delinquen
en la función pública sepan que serán enjuiciados y deberán cumplir lo que manda la
ley.
*Abogado
El artículo me pareció interesante. Aunque lo dicho sobre Luis Juez me sonó a tendencioso.