-Esto… no da, no me gusta. Yo no trabajo así.
-¿Cómo que no da?
-Otra vez nos piden que cambiemos un nombre. No se puede trabajar de esta manera. Algún día vamos a ir todos en cana.
-Olvidáte, estos tipos no van nunca en cana, menos nosotros, y a nosotros nos tienen que cuidar.
-Hay que hacer todo de vuelta. Contratemos a alguien que no se muera en la mitad del trabajo. No puede haber 2 tipos que escriban, por más parecida que tengan la letra. Cualquier boludo se da cuenta ¡Y todas esas tachaduras, y con liquid paper! ¡En qué cabeza cabe! Encima metiste mano vos, mano yo… se nota mucho. En algún momento se va a saber.
-¡Sabés el tiempo que va a pasar para eso! Además, ¿qQué creés que va a pasar si se sabe? Nada. En este país nunca les pasa nada a estos tipos.
-No, pero yo… soy un profesional. Hago las cosas bien, y esto es un mamarracho. No me importa para qué sirve o para qué se usa, no es eso ¿Sabes las cosas que hice yo? Pero lo hago bien. Llamálo orgullo profesional o como quieras. ¡Hay que hacer todo de vuelta!
-No hay tiempo.
-Nos dijeron para de acá dos meses, no nos pueden pedir que lo terminemos ahora, en una semana. No es profesional.
-No sé qué mierda pasó que lo quieren antes. ¿Profesional…? ganamos plata haciendo truchadas. ¿Qué te agarró ahora? Vos sabés como es esto.
-Esta gente no tiene idea de lo fácil que va a ser darse cuenta de que es todo trucho.
-Cuando se den cuenta, ya no va a importar.
– Pero esto ni siquiera es trucho, trucho normal, es demasiado trucho. Es un monumento a la truchada.
-¿Y si en vez del original le damos unas fotocopias y que digan que se perdió el original?
-… bueno, deciles eso. Pero es la última vez que hago algo así.