¿Lo harán a propósito? Un Caputo era el que hablaba con López en las escuchas que Luciani metió por la ventana en la causa Vialidad. Una profusa cantidad de información que Luciani dejó sin investigar. Ese Caputo era el hilo de la parte corruptora. Pero esa parte se preserva en Comodoro Py. Y un Caputo es el que dice Morel, el de Revolución Federal, que le pagó 1.760.000 pesos por un laburito de carpintería en Neuquén. Justo de Neuquén es el diputado del Pro que pidió pena de muerte dos veces para Cristina. Un Caputo y otro Caputo son primos, pero viste que cuando hay mucha plata no se sabe bien de quién es cada cosa.
Mientras tanto, Morel sigue volviéndose mediático, y amplifica su intención de “bala a los kirchneristas”. Ahora dice que “vuelven a las calles”.
A ver autoridades políticas y judiciales si dejan de hacer gestos y pasan a la acción. Todo es en cámara lenta, pero las balas cuando salen van a mil. No queremos amenazas en el discurso público. No hace falta ninguna ley. Lo que hace falta es decisión.
¿Y si no se trata de falta de decisión? ¿Y si la decisión es dejar hacer? ¿Y si se trata de claudicación de algunes y traición de otres?