Un Caputo y otro Caputo

Demasiadas coincidencias, demasiada lentitud, demasiada oscuridad. Estarían haciendo falta decisiones para que cesen las amenazas de la ultraderecha. Nota de Sandra Russo.

¿Lo harán a propósito? Un Caputo era el que hablaba con López en las escuchas que Luciani metió por la ventana en la causa Vialidad. Una profusa cantidad de información que Luciani dejó sin investigar. Ese Caputo era el hilo de la parte corruptora. Pero esa parte se preserva en Comodoro Py. Y un Caputo es el que dice Morel, el de Revolución Federal, que le pagó 1.760.000 pesos por un laburito de carpintería en Neuquén. Justo de Neuquén es el diputado del Pro que pidió pena de muerte dos veces para Cristina. Un Caputo y otro Caputo son primos, pero viste que cuando hay mucha plata no se sabe bien de quién es cada cosa. 

Mientras tanto, Morel sigue volviéndose mediático, y amplifica su intención de “bala a los kirchneristas”. Ahora dice que “vuelven a las calles”. 

A ver autoridades políticas y judiciales si dejan de hacer gestos y pasan a la acción. Todo es en cámara lenta, pero las balas cuando salen van a mil. No queremos amenazas en el discurso público. No hace falta ninguna ley. Lo que hace falta es decisión.

Compartí tu aprecio

Un comentario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *