Transitamos un momento crucial de nuestra Patria, un momento denso, “pesado”, cargado de adelantos o de retrocesos. Vivimos un “kairós”, un tiempo que no es el del reloj, en donde las horas pasan muchas veces sin sentido, sino que es un tiempo cargado, con novedades profundas, para bien o para mal de nuestro pueblo.
Y es en estos momentos decisivos, donde se juegan cosas importantes, que como campo nacional y popular debemos volver nuestra mirada y nuestro corazón a aquellos hombres y mujeres que han sido y son referentes por su entrega, por su palabra, por su compromiso.
Uno de ellos es Carlos Mugica, quien este 7 de octubre cumpliría 93 años. Referente del Movimiento de sacerdotes para el tercer mundo, Mugica mostró con su vida como la fe y la política van de la mano en la construcción de una sociedad más humana, justa e igualitaria. Decía, refiriéndose al tema de la pobreza y la desigualdad: “La única manera que conozco, hasta ahora, para que los pobres sean menos pobres, es que los ricos sean menos ricos” mostrando claramente que el gran problema de la desigualdad no es la pobreza, sino la riqueza y la posibilidad de distribuirla de una manera más justa y equitativa.
Dice en “Cristianismo y Peronismo”:
“Los evangelios muestran con meridiana claridad que Jesús estigmatiza sin piedad a los ricos y predica con inusitada violencia contra la injusticia social. Jesús anuncia por un lado, que a la luz del Reino que vendrá, la diferencia entre ricos y pobres es contraria a la voluntad divina. Este juicio sobre el orden social de su tiempo es, como tal, un juicio revolucionario”.
Carlos fue un hombre libre porque luchó por la igualdad. Libertad e igualdad son dos valores que están íntimamente relacionados en la vida de las personas y las comunidades. Sólo hay verdadera libertad cuando hay igualdad y viceversa. La sola libertad individual de hacer lo que uno quiere, cuando quiere y dónde quiere sin importar las consecuencias comunitarias, es la libertad del mercado y del egoísmo extremo. Mugica fue plenamente libre porque las y los otros, especialmente los más pobres, fueron parte fundamental de su vida.
Fue un militante religioso, político y social que entendió la íntima conexión que hay entre el cristianismo y el peronismo, a partir de la búsqueda de la justicia social y de la construcción de una patria nueva con el pueblo y desde el pueblo. Porque como decía Pichi Meisegeier, compañero de camino de Mugica: “No se trata de bajar a los pobres, sino de subir con el pueblo”.
Su vida y su compromiso le valieron la persecución y la muerte, igual que a Jesús, igual que a 30000 compañeros y compañeras que lucharon por una Patria liberada. Por eso termino con esta frase de Mugica que es una oración, una elección de vida, un proyecto colectivo:
“Nada ni nadie me impedirá servir a Jesucristo y a su iglesia luchando junto a los pobres por su liberación. Si el Señor me concede el privilegio, que no merezco, de perder la vida en esta empresa, estoy a su disposición”.
Antonio “Tony” Fenoy es Coordinador del Colectivo de Teología de la Liberación “Pichi Meisegeier”
Muy bueno .