«Hoy Cristina no es su maquillaje, no es su edad, no son sus carteras, no es su soberbia, no es su tono de voz ni todas esas pavadas.
Hoy ni siquiera es una mujer: esos varones de pantalones bien puestos, si los tienen tan bien puestos, deberían comprender que los que quieren a Cristina no la quieren porque es mujer, sino porque sabe dar peleas, y porque no se rinde”.
Sandra Russo, Nuevas crónicas del naufragio.