Lo relacionado con los bonobos , como prototipo de superación de las tensiones entre humanos , tiene sus aristas .
Creo que lo relativo a la camaradería existente, a la cooperación amistosa , a la no competencia sanguinaria , es muy auspicioso.
Ahora , considero que si lo precedentemente expuesto en el párrafo anterior es consecuencia de su promiscuidad sexual, trasladado a lo humano , presenta falencias.
Fijemonos en las sociedades nórdicas. La promiscuidad sexual que , por ejemplo , existe en Suecia , unido a su Estado de Bienestar , no garantiza la felicidad de sus ciudadanos. La prueba es que los mayores índices de suicidios se dan en los países nórdicos.
Esto me lleva a la conclusión de que la especie humana al tener valores , principios etico-morakes que rigen su conducta, una religión que trata de condensar su necesidad de creer en algo o alguien superior ( que pensamos no tienen los animales, por desconocer su sentido de trascendencia , que el humano sí tiene ) , determina que la trasladar la promiscuidad sexual de los bonobos a los humanos , como fuente de resolución de los conflictos de agresión , derivados principalmente del stress , no pueda llevarse a cabo , por los frenos inhibitorios causados por lo descripto anteriormente .
El sexo es una fuerza vital poderosisima , como la explosión de energía de la naturaleza , pero existen factores concomitantes con la condición humana , que le dan un sentido de trascendencia , que las especies animales no tienen .
Los animales no necesitan psicólogos , psiquiatras , sacerdotes , pastores , rabinos , iman , maestros zen , maestros hindúes . Solo necesitan buen trato y afecto .
El ser humano sí necesita todo lo descripto en el penúltimo párrafo . La diferencia está en la psiquis y sentido de trascendencia del ser humano , y en el instinto de los animales .
Tal vez, si los humanos fuesemos capaces de prodigarnos siempre buen trato y afecto, no necesitaríamos psicólogos ni psiquiatras. En cuanto a lo religioso, quienes no somos creyentes, no necesitamos ningún tipo de sacerdote. La promiscuidad sexual de los bonomos no sería beneficiosa para los humanos por nuestro mundo simbólico.
Lo relacionado con los bonobos , como prototipo de superación de las tensiones entre humanos , tiene sus aristas .
Creo que lo relativo a la camaradería existente, a la cooperación amistosa , a la no competencia sanguinaria , es muy auspicioso.
Ahora , considero que si lo precedentemente expuesto en el párrafo anterior es consecuencia de su promiscuidad sexual, trasladado a lo humano , presenta falencias.
Fijemonos en las sociedades nórdicas. La promiscuidad sexual que , por ejemplo , existe en Suecia , unido a su Estado de Bienestar , no garantiza la felicidad de sus ciudadanos. La prueba es que los mayores índices de suicidios se dan en los países nórdicos.
Esto me lleva a la conclusión de que la especie humana al tener valores , principios etico-morakes que rigen su conducta, una religión que trata de condensar su necesidad de creer en algo o alguien superior ( que pensamos no tienen los animales, por desconocer su sentido de trascendencia , que el humano sí tiene ) , determina que la trasladar la promiscuidad sexual de los bonobos a los humanos , como fuente de resolución de los conflictos de agresión , derivados principalmente del stress , no pueda llevarse a cabo , por los frenos inhibitorios causados por lo descripto anteriormente .
El sexo es una fuerza vital poderosisima , como la explosión de energía de la naturaleza , pero existen factores concomitantes con la condición humana , que le dan un sentido de trascendencia , que las especies animales no tienen .
Los animales no necesitan psicólogos , psiquiatras , sacerdotes , pastores , rabinos , iman , maestros zen , maestros hindúes . Solo necesitan buen trato y afecto .
El ser humano sí necesita todo lo descripto en el penúltimo párrafo . La diferencia está en la psiquis y sentido de trascendencia del ser humano , y en el instinto de los animales .
Tal vez, si los humanos fuesemos capaces de prodigarnos siempre buen trato y afecto, no necesitaríamos psicólogos ni psiquiatras. En cuanto a lo religioso, quienes no somos creyentes, no necesitamos ningún tipo de sacerdote. La promiscuidad sexual de los bonomos no sería beneficiosa para los humanos por nuestro mundo simbólico.