enero 2003

Tango

–Estoy como nueva. –¿Fuiste a la peluquería? –No, es en serio. –¿Conociste a alguien? –Sí, pero no es lo que vos creés. –¿Son solamente amigos? –¿No te digo? Tenés la idea fija.

Adentro y afuera

A que todos ustedes están más al tanto de si Horacito García Belsunce envolvió o no el pituto en papel higiénico antes de tirarlo al inodoro, que de la interna peronista. En estos días que oscilan entre el calor recalcitrante…

El caballero

–¿Y? –Un caballero. –¿Viste? –Estuvo perfecto. –Te dije. –Después de cenar, fuimos a tomar un helado y después a tomar un café. –¿Y después? –Después me dijo: te llevo a tu casa. No me lo preguntó, lo dijo así: te…

El regalo

–¿Volviste a hablar con Luis? –¡¡No!! –¿Tan mal quedaron? –Mirá: hay que cortar por lo sano. Cuando algo no funciona, no funciona. –¿Y cómo estás? –… Bien. Me la estoy bancando bien. Ya soy grande. Lo que no va, no…

El tren y el alma

A veces conviene callarse y escuchar. A veces conviene asombrarse en silencio. A veces, todavía o por fin, seguro que por suerte, se pueden dejar en el estante todos los libros que uno ha leído, todas las teorías que ha…

Vamos a la (nueva) tanda

“Si va uno, vamos todos”, dice la voz en off de la nueva campaña de Aerolíneas Argentinas. No es una voz cualquiera: es de esas voces masculinas perfectas para este tipo de mensajes, una voz cuyo timbre y textura se…

Las uñas

–¿A ver esas manos? ¿Uñas amarillas? –Ah, ¿te gusta? –Qué raro, amarillas. –Sí, ¿te gusta? –Amarillo amarillo. Amarillo huevo. –No te gusta. –No, sí. –Me cansé del rojo. Me compré esmalte amarillo y esmalte verde. –¿No es muy de pendeja?