Columna que pone alerta máxima.
Sandra Russo , una vez más, pone fuerte énfasis en el peligro extremo que representa la ultraderecha trumpista .
A este respecto, efectúa una cruda crítica a las instituciones de la democracia por no haber implementado un andamiaje jurídico que obture por completo al negacoonismo del Terrorismo de Estado , del que se ufana la ultraderecha.
Es inconcebible la aparición de personajes como Milei , Villarreal , Espert , que abiertamente , en el caso de Villarreal ; y solapadamente en el caso de Milei y Espert , ponen en tela de juicio la condena a la Dictadura genocida.
Sandra Russo se queja amargamente de que se ha claudicado ante toda posibilidad , siquiera mínima, de sancionar a las y los negacionistas, habilitando así su participación en el juego democrático.
En relación con lo expuesto, abona su fuerte enfado con el hecho de que , por ejemplo , se tiene tirria a la palabra » prohibir » .
Lo que sucede, según mi opinión, es que desde el inicio de la recuperación democrática se demonizaron determinadas palabras por el simbolismo a que estaban atadas.; por ejemplo , » libertinaje » , » subversivo » . Yo mismo escuché decir a Sandra Russo que no le gustaba la palabra » libertinaje » , porque era utilizada por los militares .
Y ahora estamos viviendo , precisamente , un libertinaje discursivo de la ultraderecha, que no tiene ningún tipo de sanción . Y ahora ellos y ellas son los subversivos y subversivas de la época porque quieren abolir el Estado de Derecho , cargándose al sistema democrático.
Es indispensable terminar con la laxitud en este tema , porque el negacionismo nos lleva a la barbarie.
Tolerancia 0 a este sector golpista sntidemocratico . Pero es imposible llevarlo a cabo con este esquema comunicacional de medios privados mafiosos que buscan permanentemente la confrontación a través de la inoculacion sistemática de odio.
Esto no es libertad de expresión. Es libertad para exterminar. Es un aparato comunicacional fascista, nazi .
Gracias por incluir el audio en esta misma página.
Columna que pone alerta máxima.
Sandra Russo , una vez más, pone fuerte énfasis en el peligro extremo que representa la ultraderecha trumpista .
A este respecto, efectúa una cruda crítica a las instituciones de la democracia por no haber implementado un andamiaje jurídico que obture por completo al negacoonismo del Terrorismo de Estado , del que se ufana la ultraderecha.
Es inconcebible la aparición de personajes como Milei , Villarreal , Espert , que abiertamente , en el caso de Villarreal ; y solapadamente en el caso de Milei y Espert , ponen en tela de juicio la condena a la Dictadura genocida.
Sandra Russo se queja amargamente de que se ha claudicado ante toda posibilidad , siquiera mínima, de sancionar a las y los negacionistas, habilitando así su participación en el juego democrático.
En relación con lo expuesto, abona su fuerte enfado con el hecho de que , por ejemplo , se tiene tirria a la palabra » prohibir » .
Lo que sucede, según mi opinión, es que desde el inicio de la recuperación democrática se demonizaron determinadas palabras por el simbolismo a que estaban atadas.; por ejemplo , » libertinaje » , » subversivo » . Yo mismo escuché decir a Sandra Russo que no le gustaba la palabra » libertinaje » , porque era utilizada por los militares .
Y ahora estamos viviendo , precisamente , un libertinaje discursivo de la ultraderecha, que no tiene ningún tipo de sanción . Y ahora ellos y ellas son los subversivos y subversivas de la época porque quieren abolir el Estado de Derecho , cargándose al sistema democrático.
Es indispensable terminar con la laxitud en este tema , porque el negacionismo nos lleva a la barbarie.
Tolerancia 0 a este sector golpista sntidemocratico . Pero es imposible llevarlo a cabo con este esquema comunicacional de medios privados mafiosos que buscan permanentemente la confrontación a través de la inoculacion sistemática de odio.
Esto no es libertad de expresión. Es libertad para exterminar. Es un aparato comunicacional fascista, nazi .
Gracias por incluir el audio en esta misma página.