Entre la inclusión y lo exclusivo

El deporte de alto rendimiento da sus debates, en algunos casos endogámico y "apolítico", como si fuera posible. Nota de Jon Uriarte.

Dos de los principales referentes del seleccionado de voley, ganadores de la medalla de bronce en los recientes Juegos Olímpicos de Tokio, como muchísimos deportistas de primer nivel, descreen de la política.

De larga experiencia internacional, Luciano debutó en la selección adulta en el Mundial de Japón en el 2006 y recorrió la mayor parte de su carrera en Italia. Facundo más trotamundos, jugó en las ligas de Italia, Polonia, China y Brasil.

Ambos han mostrado una actitud valiosa en este tiempo y en su lugar, el interés y la inteligencia para decir cosas y sintetizar el estado del Deporte, recoger de su experiencia para realizar diagnósticos y proponer soluciones pero que deberían ejecutar otros.

De esta misma manera hemos intervenido a lo largo de décadas generaciones de deportistas y entrenador@s del Alto Rendimiento Deportivo Argentino.
Para esta historia repetida, plena de arrestos individuales, (o colectivos muy pequeños que nunca consiguieron masa crítica de cierto peso) el resultado siempre fue el mismo: la frustración.

Notas y declaraciones periodísticas con análisis muy precisos que provocan el reconocimiento de un círculo íntimo, no trascienden de ese lugar. Por asertivas o duras que hayan sido, jamás traspasaron el umbral de las transformaciones y siempre cayeron en el olvido rápidamente.

A pesar de las reiteradas circunstancias tampoco el periodismo especializado nos ayuda a superar ese estadío. Seguramente, la interpretación de respeto a las trayectorias obtura la repregunta de como superar el eterno lugar declarativo.

Para atletas y entrenadores, plantearnos la resolución de esta realidad frustrante requiere romper el estado de confort del reconocimiento logrado en nuestra actividad y adentrarnos en el ámbito desconocido dónde se construye poder indispensable para lograr evoluciones significativas.

Entre las varias incomodidades de asumir están las definiciones y prioridades que puedan sustraernos la unanimidad de adhesiones que recibimos por los logros deportivos.

Y está claro, para rehuir también tenemos una buena excusa a mano, el status quo del Deporte en muchos planos funciona como máquina de impedir el acceso a instancias de poder.
Es tiempo de recurrir a la mentalidad que cultivamos para obtener resultados: no nos concedernos justificaciones para entrar a ganar, ahora aplicado en esta cancha.

El Deporte en la política se presenta con visiones diferentes, que algunos ven como concepciones ideologicas contrapuestas casi imposibles de conciliar y otros con chance de integración. En resolver esta dialéctica vive la política.

De una parte, es un hecho que el sistema económico global se apropió del Deporte como el instrumento más eficiente del marketing para impulsar el consumismo, lo entiende como campo de negocios para el espectáculo y el entretenimiento, visualiza los clubes como empresas y los deportistas como clientes.

En otra visión, se plantea el Deporte como Derecho de las personas, entendido como campo de salud y de desarrollo de los seres humanos y de ciudadanos, donde el Estado debe garantizar el acceso, comenzando por todes les niñes, fundamentalmente los que están al intemperie. A los clubes valorados como organizaciones libres del pueblo, núcleo de la cultura del encuentro, los coloca como objeto de promoción por parte de la políticas públicas, merecedores de tarifas diferenciadas en los servicios esenciales y otros beneficios o exenciones.

A modo de ejemplo, desde cada una de estas visiones se proponen leyes determinantes para el crecimiento, como la de desgravación impositiva para inversiones y sponsorizaciones o la Asignación Universal x Hijo x Deporte que da garantía de acceso a ese derecho a todes elles.

Más allá de donde cada atleta elijiese pararse, cualquier iniciativa que conlleve avances sustanciales requiere sostenidos esfuerzos de militancia y de unidad, para crear sentido, explicar contenidos y construir vínculos de poder en las organizaciones políticas.

En definitiva, cuestionarse los retrasos en el desarrollo implica demoler el viejo adagio de No mezclar el Deporte con la Política, que está última no es necesariamente solo partidaria y todo lo contrario, meter los pies en esa arena para invertir algo del capital individual en la construcción colectiva.

Para los atletas de representación nacional el desafío es contribuir a que nuestra actividad cobre todo el espesor que debe tener al centro de la comunidad y asi devolver a la Patria que nos habilitó a desarrollarnos, a viajar aprendiendo y compitiendo por el país y el mundo entero, algo de lo mucho recibido.

El objetivo es consolidar un Sistema Nacional donde todes los que deseen transitar e incorporar el Deporte como forma de vida puedan ingresar a el y que los Brian Toledo, Facundo Conte y Luciano De Cecco todavía afuera, encuentren el sendero para realizarse como ellos.


*Medallista olímpico en voleibol Seúl 88
Ex entrenador de los Seleccionados de Australia y Argentina
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2 comentarios

  1. Uriarte , llevado por su idealismo y deseos de hacer , se adentra en un tema obvio, como es la fijación de una política deportiva , de la que deben participar los propios atletas.
    Ahora bien ; el Estado , a excepción de los gobiernos del general Peron , jamás ha tenido una política deportiva sólida y constante en el tiempo .
    La desgracia de tantos gobiernos militares antiperonistas , con su inagotable y desembozado caudal de odio ; más los gobiernos neoliberales en la etapa democrática, relegaron por completo al deporte .
    La Argentina es un país que no tiene visión para nada . Campea únicamente la mentalidad saqueadora y rentistica , del precisamente llamado » campo » ; y la fuga financiera de los cleptomanos liberales derechistas .
    Los deportistas del voley mencionados no tendrán la conciencia que deben tener , porque de por sí el voley es un deporte jugado por personas de una extracción similar al rugby ; por ahí no tanto .
    Pero está claro que el voleybolista no tiene nada que ver con el futbolista o el boxeador, en su origen social.
    El común denominador de nuestra cultura es la dispersión y evasión inculcada por los medios privados , con el cómplice acompañamiento de los medios públicos, con su inexistente política comunicacional.
    El deporte , en todas sus dimensiones, es otra de las tantas asignaturas pendientes de este muy mediocre presidente que votamos .
    No habrá conciencia deportiva Jon , porque los Fantino , Vignolo y otros loros habladores del mercantilizado periodismo deportivo , están por la renta , no por lo formativo .
    Además, los modelos deportivos dejan mucho que desear , como Tevez .
    Entonces Jon : seguí luchando . Pero no esperes nada de los profesionales del deporte : viven en un frasco .

  2. Impecable analisis, pero como decís, es importante que lxs protagonistas se metan, se animen a bajarse del pedestal de sus logros deportivos para meterse en el lugar tan ingrato pero necesario de gestionar políticas públicas.

    También es importante recordar el lugar que dió este país a lxs deportistas con compromiso político, para entender que los Conte, De Cecco, Messi, Ginobili no tienen una guía, un faro, un modelo a seguir en ese rumbo (mas de 200 deportistas detenidos desaparecidos o condenas y exilio como Mary Terán de Weiss.

    Es un camino que es necesario empezar a recorrerlo, enhorabuena está nota llamando al compromiso por un protagonista.

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