Carnaval

Una charla casi doméstica por la que pasan muchos temas de actualidad, incluyendo la deuda y la guerra. Una charla sobre el carnaval. Nota de Matías Fernández Madero.

Disfrutando de una plácida sobremesa con mi hija adolescente surgió la pregunta: «Pa, que significa el carnaval». Pensé un ratito y esbocé respuestas basadas en mis vagos conocimientos y experiencias sobre la materia. Está vinculado a cuestiones religiosas, al comienzo de la cuaresma, al permitirse el desborde antes de entrar en un periodo de tranquilidad, ayuno, oración. ¿Cuaresma? preguntó Paulina. Son los días antes de la Pascua. ¿Pascua?…Bue, algo así parecido a lo de la cuarentena para contener la pandemia; maso cuarenta días desde el carnaval hasta la Pascua….hasta que lo matan a Jesús y resucita. Por eso es feriado hoy y mañana martes; al miércoles se le llama de ceniza, porque se termina la joda, como quien termina una fiesta y quedan las cenizas de los asados y se dispone a entrar en un tiempo de recogimiento, de silencio; también de no comer carne. Vegetarianos por cuarenta días. Capaz que eso ayudaría a Feletti. Si seguimos así en el dos mil veintitrés estamos en el horno, literalmente; el tipo ya lo anunció «Si ganamos iremos en la misma dirección, pero lo más rápido posible». También, expresó mi hija, sería un momento propicio para que Hitler recapacite y deje de matar gente. ¿Hitler?…ahora el que preguntaba era yo. Bue, el ruso ese que está comenzando esa guerra en Europa, dijo Pauli. Tratando de no reaccionar, respiré y hablé… esa guerra no comenzó ahora; es complejo, pero a grandes rasgos los rusos están defendiéndose…es todo muy confuso, pero porfa, no te creas todas las boludeces que ves en las redes. 

Pero si, que buen momento la cuaresma para parar las rotativas. Encima junto con la cuaresma comienzan las sesiones ordinarias. ¿Sesiones ordinarias?…si, y las abre Alberto, y ojalá hable de relanzar de nuevo la gestión, en serio. La inflación carcome tanto el bolsillo como la energía militante; mucho habrá que caminar los barrios estos dos años, ojalá que los dirigentes y las medidas acompañen. También coincide con la firma del acuerdo para intentar resolver el bolonki de la deuda. En fin, muchas cosas hija…me voy a dormir la siesta.

Yendo a mi cuarto me vino a la mente un libro que solía tener muy cerca mío;  Espiral de violencia de aquel santo obispo brasilero Helder Cámara. Imprescindible leerlo. La violencia tiene muchas facetas. La violencia de la guerra y de la que conduce a la guerra. La violencia institucional, la actual y la que recordamos el veinticuatro. La violencia de los organismos internacionales de crédito. La violencia sobre los pobres; sobre los que no son como dicen otros que hay que ser; sobre las mujeres. La violencia en las redes. La que también existe entre nosotres, violencia entre compañeres del frente que no debemos dejar que se desarme. Las violencias, todas. La violencia hay que verla en su contexto histórico. Quizá por eso ni bien se acaba la magia del paraíso terrenal ocurre el primer acto de violencia; adonde esta tu hermano fue y es la pregunta…y desde allí el espiral parece que fuera interminable. Caín y Abel toman muchos nombres, en cada geografía y en que cada momento histórico, y se van intercambiando roles continuamente. Y hoy día el espiral incluye ojivas nucleares y hace de la violencia algo mucho más peligroso que nunca antes; puede que no dé tiempo a preguntar nada.

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