El viernes 14 el juez federal Federico Villena autorizó la salida del país de los últimos tripulantes del avión de EMTRASUR retenidos desde el 6 de junio del presente año. Los tripulantes estuvieron retenidos durante cuatro meses por una denuncia de la DAIA, entidad que hace el fronting jurídico político del trípode reaccionario doméstico: la embajada de Estados Unidos, Comodoro Py y la pandilla cambiemita.
En la semana pasada se confirmó que el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits decidió apelar el fallo del juez Villena, porque el papelón de la persecución instaurada contra los pilotos quedó en evidencia.
La DAIA –para cumplimentar esta tarea– se arroga en forma apócrifa de la representación de la comunidad judía argentina. El Estatuto de la DAIA, aprobado de forma estrafalaria por la Inspección General de Justicia (IGJ), expresa que esa entidad tiene como objeto la “lucha contra el antisemitismo”, sin embargo, sus actividades prioritarias son ajenas a ese propósito.
En los últimos años, además de perseguir pilotos venezolanos y persas, sus designios tuvieron como objeto:
- Liderar la delirante acusación de homicidio contra Alberto Nisman, señalando al kirchnerismo como responsable, pese a los peritajes oficiales exhibían claras evidencias de un suicidio.
- Se constituyeron en los máximos gestores de la persecución contra Héctor Timerman y, por ende, responsables directos de su muerte.
- Promovieron la persecución de Cristina Fernández de Kirchner, por el Memorándum de Entendimiento con Irán, suscribiendo la imputación de Traición a la Patria contra la actual vicepresidenta.
- Viabilizaron el encarcelamiento de Carlos Zannini y a Luis D’Elía en el marco de la causa antedicha.
- Avalaron las espurias acusaciones de antisemitismo promovidas por Waldo Wolff contra Leopoldo Moreau.
- Utilizan –de forma descarada y tendenciosa– la estigmatización judeofóbica para avalar las políticas macristas.
En síntesis, la tarea de la DAIA consiste en acaparar y monopolizar una representación identitaria, sostenida por las corporaciones de la comunicación y las delegaciones diplomáticas de Estados Unidos e Israel, con el único objetivo de favorecer a la derecha de nuestro país.
El interrogante que queda sin responder es cómo una entidad –cuyo estatuto restringe su accionar a un objeto particular– puede convertirse en una plataforma de acusación serial? Tarde o temprano nos enteraremos.
Excelente y esclarecedor artículo de un verdadero representante de la comunidad judío argentina.
Resulta coherente con que la DAIA tuvo a su representante máximo, Beraja, como parte de quienes fueron procesados por encubrimiento; pero en juicio oral 2019 y gracias al gob de Macri (justicia independiente?), fue absuelto junto a Menem, etc…
Hace muchos años que la Daia no representa al grueso de la comunidad Judía menos aún desde que apoya a Israel en su misión exterminador contra el pueblo palestino.
6 millones de judíos muertos en los campos de concentración no representan nada para estos dirigentes que siguen avalando a los responsables de la muerte de Timerman
.Espero que algún día estos pesados dirigentes tengan el castigo,luego de un juicio,que se merecen