El desconcierto

Su afirmación fue algo así como una gota que rebalsó algo. Me dijo que ella ya se había dado cuenta de que Milei es un fiasco que representa intereses muy jodidos, pero que sus hijos, todos ellos, lo van a votar. Estamos hablando de una mujer trabajadora, clase media baja de un pueblo de nuestro país. 

Hoy escuché que algunas encuestan dicen que JxC y Milei son las dos primeras fuerzas, y que nosotros somos la tercera.

Acá en nuestro pueblo ya nos hemos organizado, estamos puliendo nuestras propuestas y ya hay candidato. Las elecciones son en junio, adelantadas y separadas de las nacionales. Sin embargo, ante la pregunta de cómo sigue nuestro espacio hacia arriba no tenemos respuesta. Por ahora somos el Frente de Todos, sin nombres ni propuestas; la boleta única por ahora tiene para marcar las autoridades municipales, de allí para arriba no hay candidatxs.

Sin entrar en análisis racionales quisiera trasmitir lo que me pasa por dentro. 

Lo primero es una sensación de rareza. Raro ser candidato municipal representando un espacio político provincial y nacional que aún no tiene candidatxs.

Lo segundo es cansancio anímico, desolación, futuro incierto y triste. Si ganan los espacios políticos que, según las encuestas podrían ganar, nuestro país estaría entrando en una noche muy oscura. Es difícil predecir lo que podría ocurrir, pero lo que sí es seguro es que todo lo que pase va a ser una vuelta atrás adonde el pueblo, especialmente los más vulnerables, la van a pasar muy mal.

Otro sentimiento que tengo es el de cierta bronca con la dirigencia política del frente en su conjunto. Trato de entender, de justificar, de analizar todo lo que está pasando y me es difícil llegar a algún pensamiento lógico. Lo único que veo es la victoria que está teniendo la cultura neoliberal, ahora deslizándose hacia el fascismo, que de algún modo está logrando que ninguna fuerza se le pueda anteponer. Pareciera que la ultraderecha está con la pista libre para aterrizar.

Lo que nos queda a los que estamos militando desde los territorios a lo largo de todo el país es seguir apostando fuertemente, pensando desde lo local, para llegar a ser colectoras de votos para lo nacional. Es lo que podemos y debemos hacer.

Ojalá las iniciativas locales sean muchas, miles. Ojalá que nuestra dirigencia pueda organizarse y volar alto y llegar a definir candidaturas y propuestas que enamoren. Ojalá las boletas electorales que el pueblo tendrá en sus manos en los cuartos oscuros de todo nuestro territorio cuenten con los nombres para construir una esperanza. La misma esperanza que siempre hemos logrado construir.