Revolucionario

Hay que interpelar la palabra "cambio" y restituirnos la palabra "revolución". Hay que redimensionar todo en esta emergencia de sentido impuesta por la ultraderecha política y mediática. Nota de Sandra Russo.

Hay palabras que hay que meter en el lavarropas, para un lavado largo con mucha espuma, centrifugado, y ni una gota de suavizante. 

Necesitamos una buena dosis de desnudez de palabras, que no son nada, las palabras no son nada sin lo que designan. El significante es el que le da realidad al significado. Un significante sin significado es nada, fraude, acción psicológica, psicopateada.

Hay que poner en urgente cuestión la palabra “cambio”. Macri se la apropió, como ahora Milei, por la fuerza, se chuparon el sacrificio, la sangre, la esperanza con la que se embanderaron tantos y tantas a lo largo de los siglos. Cuando llegó la expropiación simbólica de la palabra “cambio”, se suprimió del discurso político otra palabra, “revolución”. 

Hoy que una banda de lunáticos ignorantes salidos de la usina de la deep web, avatares de políticos que disputan en poder político para derribarlo “para siempre” y cederlo al gobierno del mercado, hay que sublevarse contra la agenda de palabras de la mafia y el fascismo unidos. 

Lo que propone Sergio Massa, lo que propone y lo que está dispuesto a hacer, la vuelta de página posible, la reconfiguración de la escena política argentina con el fascismo aislado y rechazado por el conjunto de fuerzas democráticas, es la forma de una revolución de sentido de ésas de las que solo son capaces los pueblos cuando vuelven.

Compartí tu aprecio

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *