La palabra crueldad proviene del término latino crudelitas, relativo a la impiedad, y a la indiferencia respecto al dolor del otro. Clement Rosset en El Principio de la Crueldad relaciona esta falta de compasión con un goce por el sufrimiento proveniente de la comprobación del que padece es ajeno a quien lo genera. Nota de Jorge Elbaum.