Gran Hermano Gran

Debo confesarlo antes de que Paparazzi haga una investigación y lo descubra: desde la primera edición, soy fan de Gran Hermano. Fue el primer reality y creo que concentra todos los anzuelos, los vicios y las perversiones del género, sin llegar a los patetismos o los bordes bizarros de otros. Bueno, ser fan es una manera de decir, no recuerdo cuál participante jugó contra cuál, ni tengo habilitado el canal para seguir los movimientos de la casa las 24 horas. Soy todo lo fan que puedo ser de un reality, pero digamos que cuando se largó aquella primera edición, me atrajo el trazo grueso del juego, que consiste en ser mirado y escuchado sin interrupción.

Básicamente, Gran Hermano es un juego de exposición. Para jugar bien hay que tener carne y ponerla toda en la parrilla, aunque tal vez haya que hacerlo por partes, tal vez haya que mentir, tal vez haya que exagerar. Y unos cuantos años después de aquella primera experiencia, y ya no con los “valientes” de Solita sino con los “hermanitos” de Jorge Rial, es inevitable advertir que lo que está expuesto es el mecanismo del juego, más que los conflictos que puedan exhibir o relatar sus participantes.

Gays, huérfanos, bailarinas exóticas, prostitutas, taxi boys, maestras jardineras, desocupados, muchos mundos han confluido en esa casa en la que supo haber una vaca y un sauna de acuerdo con la temporada, y en la que ahora hay un estudiante de medicina cordobés que se autonominó porque dice que no soporta votar a los compañeros, y una profesora de educación física que resultó nominada básicamente porque “no cuenta” su historia, y hacerlo les parece a los demás una obligación “para dejarse conocer”. Los enerva tanto que la chica no hable sobre sexo ni cuente alguna experiencia traumática, que después de insultarla le siguen gritando, absolutamente convencidos de que si uno se inscribe en Gran Hermano es para exponerse.

Posiblemente tengan razón, porque si todos los participantes fueran tan discretos, el rating sin duda bajaría. No podrían hacer lo que hicieron, por ejemplo, con otra de las chicas, que en el casting confesó que había grabado un video para Playboy. Telefé y sus ediciones diarias sobre el reality mantuvieron silencio, pero como ahora la televisión trabaja en combo, Jorge Rial obtuvo el video (no debe haberse tratado ni de una gran búsqueda ni de un gran hallazgo, toda vez que la chica en cuestión parece decidida a “todo por un sueño”), y pasó en Intrusos, su programa de América, las imágenes de Griselda manteniendo relaciones eróticas con dos mujeres y un hombre.

Después del surgimiento de tres o cuatro estrellitas de Sofovich provenientes del reality, el reality en sí mismo perdió interés, porque a cada uno que entra se le leen los cálculos en la cara: todos quieren entrar al mundo del espectáculo, porque no saben hacer nada.

Pero una cosa que me llama la atención ahora, y me pasó inadvertida antes, es que uno de los resortes que hacen que ese reality funcione de todos modos, aun cuando esa casa observada durante todo el día y toda la noche ya dejó de intrigar porque observados y todo nunca están haciendo algo que valga la pena ser visto, es precisamente la ofrenda de la exposición.

A la televisión hay que mirarla como termómetro no de lo que abunda afuera, sino de lo que escasea. Y afuera, es decir en la vida real, hay una gran crisis de exposición. La gente común tiene ataques de pánico y los trastornos de ansiedad son los síntomas de la época. Si invertimos los términos, podemos decir que en la vida real, el afuera asusta, da pudor, miedo, y el contacto personal es cada vez más evitado. Hay relaciones que empiezan y terminan sin que ninguno de los dos pueda explicar por qué. Hay mucha gente que prefiere guardarse a exponerse, a bajar el cierre relámpago de su historia, a dejar a la vista las costuras de sus heridas. Ese es el afuera que mira el adentro de la casa de Gran Hermano. Esa es la gente que consume un producto pródigo en ataques de llanto. No pude evitar sentir un escalofrío de vergüenza ajena cuando la profesora de educación física, una chica preciosa y con un cuerpo bárbaro, se puso a llorar desconsoladamente en el confesionario porque por fin pudo largar eso que la atormentaba: “Tengo estrías”, dijo, y clamó por sus cremas para la celulitis.

Y también son interesantes algunas grietas, como la de esa mujer que llamó al programa de debate y preguntó si la producción cuida psicológicamente a los participantes. El conductor, Mariano Peluffo, le aseguró que sí. “¿Y entonces por qué lo pusieron a Jorge Rial, después de lo que le hizo a Marcelo Corazza?”, preguntó la mujer. Peluffo tragó saliva, porque eso forma parte de la lógica de la televisión que la televisión no puede explicarle a nadie. Como se recordará o como no se recordará, Corazza fue el ganador del segundo Gran Hermano, y lo hizo gracias a un perfil de profesor de educación física de moral barrial, que se negaba a meterse de noche en los amasijos de cuerpos franeleantes. Después de ganar, Rial le hizo trampa: le metió en el auto a un taxiboy con una cámara oculta y allí se reveló la bisexualidad del ganador que, por otra parte, ya no le interesaba absolutamente a nadie.

Lo que atrae de Gran Hermano es, de todos modos, la disposición de cierta gente para poner la cabeza allí donde se la puedan cortar. Es en general gente sin mayores expectativas que las de ligar un laburito en la tele. Para jugar, hay que ejercer cinismo, hipocresía y vileza. Cuanto mayores sean las cuotas de cada ingrediente, más hábil se considera al jugador. Hay que entregar al amigo, nominar al mejor para que deje el camino libre y despedirlo, si se va, con lágrimas en los ojos. Yo no sé, pero todo esto a mí me hace acordar de algo.

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7 comentarios

  1. hay que ejercer cinismo, hipocresía y vileza. Cuanto mayores sean las cuotas de cada ingrediente, más hábil se considera al jugador. Hay que entregar al amigo, nominar al mejor para que deje el camino libre y despedirlo, si se va, con lágrimas en los ojos. Yo no sé, pero todo esto a mí me hace acordar de algo……

    hay algo que no me cierra, perdona mi simpleza. Si te das cuenta de todo lo que decis por las publicidades, por ver el programa en la primera o en la seguna edicion….por que sos fan? los menos cultos necesitamos un mensaje más directo…
    Que el mismo publico de Tinelli , de los programas de chimentos vea GH, es coherente. Tambien con el publico que compra los celulares con todos los detalles y el LCD para cada habitación de su casa, segun su alcance económico. Nuestra sociedad, al menos la porteña esta un poco boludizada….perdon por la expresión, deberia decir los contenidos que los medios nos tiran son un poco «atontantes»
    Tengo solo TV por aire y me cuesta mucho esfuerzo no ver gran hermano, la verdad es un laburo tipo carrera de obstaculos. Me da un poco de bronca la invasion a tu cerebro de todos estos programas o la publicidad., pero como se dice tenemos la opción de apagar la tele y alquilar un video o DVD (en gral muchos podemos hacerlo).
    Tal vez sea algo ingenuo,pero me gustaria más que citaras a una pelicula como Truman Show y despues reflexionaras sobre GH.
    un aplauso por tu programa,lo veo muy seguido…..

  2. Sandra, siempre muy lúcidas tus reflexiones. Muy acertadas tus reflexiones, muchas gracias por publicarlas y permitirnos a nosotros (los lectores) poder encontrar esta pequeña isla en semejante mar monotono e insoportable. Muchas Gracias.

  3. hola sandra y compañía.
    a mi modo de ver, la gracia de espiar, de ser voyeur, es espiar a alguien
    que, en primer lugar, está haciendo algo que no desea que se vea, o
    mostrando alguna faceta o parte de su cuerpo que no quiere mostrar.

    quiero decir: no le veo la gracia a observar a gente que está ahí justamente
    mostrándose, con hambre, con deseo, y con objeto de que la observen.

    me suena a precisamente hacerles el gusto, entrar en su juego y en
    definitiva, darles plata.

    saludos

  4. Es tan fácil hacer programos como estos ,la falta de imaginación cada vez es mayor.No hay nada peor que un programa donde un par de vagos ,no hacen nada,exactamente nada.Y no hay nada menos productivoy triste,debo decir, que ver un programa que demuestra que más de media Argentina carece de vida propia y necesita chusmear al vecino .Si hicieran cosa productivas,fuera de lo común,a lo mejor lo vería ,pero no lo hacen. Por eso prefiero vivir mi vida antes que «vivir» las de ellos.Si como dicen esto refleja a los argentinos,que lo dudo,creo que vamos pa´tras.
    ¿Tienen que hacer tan obvio que carecen de talento y de estudios, y esta es su única alternativa de ser alguien ?
    Interesante,pero confuso su texto.
    saludos

  5. Sandra: no puedo creer que te guste Gran Hermano…! A todos nos gusta un poco espiar por el agujero de la cerradura, pero lo que se ve en ese really es de cuarta.

  6. ME DIRIJO ARIAL Y TODO TELEFE Y EN ESPECIAL ,
    A GRAN HERMANO Y A TODOS LOS QUE ASEN O HABLAN
    EN LOS PROGRAMAS ,,COMO SER EL DEBATE Y EL QUE DIARIA
    MENTE ESTA A LA MAÑANA ,DIGO EL DE MONTERO ,
    YYYYYYYYYYYYYYY ESPERO QUE NO SEAN FALSOS DE MEMORIA
    Y SEAN JUSTOS O ACASO SE OLVIDARON ,QUE
    PATA VILLANUEVA POR QUE SE FUE DEL PAIS ,,
    SI SE OLVIDARON,,ES POR QUE ASIA TRABAJAR A JOVENCTAS
    EN ORGIAS EN REUNIONES,QUE ERAN ORGANIZADAS
    POR PATA VILLANUEVA Y ADEMAS ,CUANDO FUE PRESA
    POR ROBAR EN 2 PAISES Y QUIEN DEL PODER O DICTADURA ,LA SALVO,,,
    ,ME DAN ASCO ,,ESPERO , QUE NO SEA UN FRACAZO
    POR FALTA DE AHUDIENSA,, Y ESPERO, QUE DEJEN EN PAZ
    A DIEGO,,QUE BASTANTE ,,YA LOS ISO GANAR DINERO ,,,
    BASTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA Y QUE
    EL ROÑA CASTRO SE RETIFIQUE COMO LO ISO
    EN INTRUSO ,,PIDIENDO PERDON , A DIEGO Y FAMILIARES.,
    Y ADEMAS DE SER BIGAMA,, ESTA CASADA EN 2 PAISES Y
    PARA LA JUSTICIA ,,ES DELITO-Alejandra

  7. Estoy totalmente INDIGNADA si gana el turro de DIEGO. es una mala persona y un idiota. si no fuera por el programa anterior seria un negro mas de todos los que hay en este pais (de alma se entiende) Si es asi no tengo duda que gana el que la produccion quiere. Son desastrozos por que no es un juego justo.
    ¡¡¡¡¡¡ESPERO Y CONFIO EN TELEFE QUE NO SEA ASI!!!!!!!
    Juana

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