Cuesta abajo
Ejemplo uno. Una encuesta reciente de Analogías reveló, apenas semanas atrás, que casi el 40% de los argentinos cree que la deuda con el FMI fue contraída por el actual presidente. Poco antes hubo una ofensiva encabezada por María Eugenia Vidal, en medios y en Twitter, destinada a mezclar deuda en pesos y dólares para instalar esa confusión.
Ejemplo dos. Este fin de semana, Mauricio Macri publicó una “carta” en el diario La Nación acerca del “drama de los argentinos que emigran” que un día después fue refutada con datos por la titular de Migraciones. ¿Dato mata relato? No. Más bien todo lo contrario.
La comunicación es un proceso. Como tal, debe ser bidireccional, dialógico. Si esto no ocurre, tenemos otra cosa: alguien hablando solo o gritando para intentar ser escuchado… y estamos en problemas. Obviamente, las chances de una comunicación efectiva aumentan cuando se conoce y comprende al otro con su historia, sus valores, anhelos, prioridades, esto es, su marco interpretativo, porque todo mensaje es polisémico: tiene tantas interpretaciones como públicos posibles.
Estas afirmaciones, que hoy nos resultan elementales, nos sorprendieron en 2015 y tuvimos que asimilarlas para interpretar el resultado electoral de ese año. Por eso es inadmisible que, ya en 2022, un gobierno del mismo signo político no haga uso de esa experiencia acumulada y se maneje como si nada de eso hubiera ocurrido.
Intentar refutar un relato con datos es una confesión de incapacidad e impotencia. Los datos solos no son aptos para el consumo humano: necesitan ser articulados en un relato. Y, aún así, sólo lo fortalecen, lo apuntalan, pero no lo eclipsan. Puede haber relato sin datos, pero nunca a la inversa. Para sujetos racionales, cartesianos, es difícil de asimilar, pero es urgente e imperativo.
Cositorto y Marateas, opuestos y complementarios
No hay inversiones de 7,5 puntos mensuales en dólares… y si las hubiera, ¿serían accesibles para mini inversores de dos o tres lucas verdes? Claro que no resiste el menor análisis pero, los que aún así le confiaron sus ahorros al estafador macrista, ¿no lo sabían? ¿o eligieron deliberadamente negar el dato, omitirlo? Y si fue así, hay alguna explicación que no sea la del poder del mito. En este caso, el mito de salvarse, del esfuerzo, de “sí, se puede”. Cada época tiene sus espejitos de colores.
Bienvenidos los cien palos que juntó el influencer Marateas para Corrientes y bienvenida su buena leche. No se lo puede responsabilizar del uso que de él hacen gorilas antiestado. ¿Resuelve? ¿Alcanza? Claro que no, hay competencias específicas del estado difíciles de cuantificar. ¿Les importa a los que compran el paquete cerrado? Otra vez no, porque la idea de que para resolver un problema complejo y atravesado por múltiples intereses basta con buenas intenciones les resulta funcional: otra vez el mito, en este caso, el de la bondad como argumento suficiente.
Uno socialmente condenado, el otro reconocido, en apariencia opuestos. Sólo en apariencia. Tienen mucho más en común de lo que una mirada rápida puede detectar, además de pertenecer al universo simbólico filomacrista. Encarnan mitos potentes, movilizadores, que llaman a la acción. ¿Cuál es el mito, la sumatoria de relatos de esta administración?
La tercera posición
En los últimos años, abundan los ejemplos, de la mano de los algoritmos, crece el pensamiento mágico en las sociedad occidentales -terraplanismo, antivacunas, etc.-. Negar el diagnóstico sólo retrasará más la intervención adecuada.
“Me niego a convertirme en ellos, a comerme al caníbal”, podría afirmar alguien frente a esta realidad. No es por ahí. La tercera posición es salir por arriba, negarse a aceptar dicotomías que otro construyó por nosotros. Se trata, más bien, de construir mitos propios con lo que tenemos a mano, con elementos de la cultura popular, de nuestra literatura, de construirlos y renovarlos cíclicamente porque ninguno es eterno. Aunque nos duela, “la patria fue el otro”, porque hoy no alcanza.
Es eso, ponerle un poco de peronismo a la comunicación, que ya no es un frente menor sino que es el frente de acumulación política y disputa de poder, o dejarle las llaves a Horacio, Gerardo o Patricia.
Algunas consideraciones.
1 ) Garriga efectúa un gran aporte . Genera debate . Es muy bueno .
2 ) No trabajemos con las herramientas del enemigo . Analogía es una consultora enemiga . No aceptemos como válido para nodotrxs los instrumentos del enemigo . De esa manera lo fortalecemos y nos debilitamos . Esto es elemental.
2 ) Fernández juega para el enemigo . Es como esos dobles agentes . Es un Snowden en sentido inverso . No tiene vergüenza.
Por eso no hará nada .
3 ) Cosicorto es insignificante. Dejemos de darle protagonismo . En todo caso , los macristas cambiaron al Mago Sin Dientes por Cosicorto . El influencer que junto el dinero es un dato folclórico. Nada más que eso .
Al hablar de Cosicorto y el influencer le damos un protagonismo que no lo tienen .
4 ) Correr detrás del relato de la ultraderecha con datos , suenta posicion . Pero si el mandamas almuerza en Olivos con Van der Kooy y Longobardi , qué se puede hacer.
Si el mandamas , que en realidad, para ser justo , no manda nada , avala a que Biondi , su vocero , mande whatsapps a Clarin, Infobae …. de qué comunicación estamos hablando .