Soy yo nene

Ilustración Gio Fronieles

-Hola Luis.

-Hola ¿Quién es?

-Cristina nene.

No conocía ninguna Cristina, mejor dicho, las Cristinas que conocía no tenían esa voz… inconfundible. Pero no podía ser. 

-¿Cómo estás Cristina? – le dije, como para ver qué pasaba.

-Oíme, quiero que la próxima vez hables primero. Ya estás para salir a la cancha. Yo voy a hablar de la grieta, de la crisis en el mundo, de que los argentinos tenemos que ser capaces de dialogar, aun entre quienes pensamos muy diferente, y claro, voy a criticar el aumento en las prepagas, una barbaridad, y alguna otra cosita ¿Te animás? 

-Eh…, pero… me parece que te equivocás, porque yo….

-Me equivoco en muchas cosas, pero en esta no. Hacéme caso Luis. Ya estás listo te digo.

-¿Querés que refuerce esos temas o hablo de otra cosa? – estaba disfrutando la confusión, y escucharla en vivo, que linda anécdota voy a tener. Un poco más que dure…

-Ah no querido, yo no te voy a decir lo que tenés que hablar. ¿Cuánto hace que me conocés?

-Es que si lo digo yo primero… ¿no va a parecer que te estoy como condicionando? 

Recibí como respuesta una hermosa carcajada. Mejor lo aclaro ya antes de que se de cuenta ella.

-Mirá Cristina, ¿sos vos no? te quiero decir que yo en realidad… 

-Preparáte que es este viernes. Mirá que va a estar todo el mundo y va a salir en todos los medios. Hablá de lo que vos quieras. Te tengo plena confianza.

-La verdad que para mí es un honor que confíes en mí y hablar antes que vos, pero dejáme que te diga una cosa que te va a causar gracia, espero…

-No no no, no me adelantes nada, mandáte nomás, vos podés. Si puede el que te jedi… – dijo con una media risa.

Me quedé pensando, quién será “el que te jedi”, y cuánto es “bastante” que nos conocemos: ¿5 años, 20 años? 

-Este… ¿a qué hora es?

-¿Sos pelotudo o te haces? ¿No viste el flyer?

-Ah, sí sí, bueno, no te enojes, en realidad no lo vi porque estuve… sin señal. 

-¿Estás resfriado o algo? Tenés la voz distinta.

Ahora sí, se dio cuenta. 

-Me salvé del virus pero no del resfrío. Pero escuchá, una cosa te quería decir…

-¿Cómo que te salvaste? ¡Si te agarró dos veces el COVID!

-Me salvé de morirme – la arreglé, estuve veloz.

-¡No vas a comparar un resfrío con el COVID! No seas paparulo.

-Jaja, no, claro. Eh…. una pregunta… ¿Cómo la ves? Está muy jodido todo. 

-Mal, como querés que la vea, la lapicera, o no tiene tinta, o se cayó adentro del agujero de la guitarra. Si no hacemos algo rápido estamos en el horno. 

-Eh… y ¿Hacer algo cómo qué? 

-Lo que hablamos el otro día. ¡Oscar! – le dijo a alguien que tenía cerca – mandále de vuelta el flyer a Luis que se le perdió. Quiero que abra él el viernes…. Sí, estoy segura. 

-Claro…¿Y si… renunciás, y nos preparamos para el 2023? para no quedar pegada ¿no? – me animé a decirle.

-¡Mirálo a este che! ¡El señor va a hablar por primera vez en un acto y ya me quiere decir lo que tengo que hacer! Se agrandó chacarita. ¿Me viste cara de Chacho a mí? 

-Jaja, no, además Chacho era feo, y vos…

-Bué. Nos vemos a la tarde, traéte un borrador.

Colgó sin contestarme. Creo que se molestó. Ya se le va a pasar, no es rencorosa.

Saqué el cuaderno para escribir mi presentación. No es cuestión de improvisar la primera vez que hablo.

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