El miércoles detuvieron en Hungría al asesino del del ex rugbier Federico Martín Aramburu. Una alerta roja de Interpol permitió detectar a Loik Le Priol de 27 años, un ex militar y miembro del neonazi francés Grupo Unión Defensa (GUD). El argentino recibió cinco disparos, tras un altercado en el bar Le Mabillon del barrio de Saint-Germain-des-Près, en el centro de París.
Según las autoridades húngaras, Le Priol estaba tramitando el ingreso a Ucrania para integrarse a los grupos de ultraderecha que se suman cada semana a los batallones fascistas que enfrentan la intervención rusa. Según datos de las autoridades migratorias polacas, húngaras y eslovacas –que limitan con el oeste de Ucrania– ya han ingresado 3 mil combatientes pertenecientes a grupos blancos supremacistas provenientes del Reino Unido, Estados Unidos y diferentes países europeos.
Los medios de comunicación argentinos –guionados en forma explícita o implícita por el discurso neoliberal, funcional a los intereses extranjeros y concentrados– no se percataron de la obvia coincidencia. Nada dijeron del perfil de un cobarde asesino asociado a simpatías neonazis. Lo taparon. Lo eludieron. Lo silenciaron. Debieron actuar así para esquivar una realidad incuestionable, solapada detrás de un discurso que omite una de las tres razones centrales de la intervención militar rusa: la desnazificación.
Federico Martín Aramburu fue asesinado por un nazi. Y ese dato no es una contingencia olvidable detrás de la casuística criminológica. Los nazis aman la muerte. Se identifican con las calaveras. Imponen una lógica patriarcal que celebra la violencia. Disfrutan del poder y de la guerra. Y este nazi, además, fue a encontrarse con lo suyos. Con el Batallón Azov, con los perseguidores de gitanos (comunidad Rom) del este de Ucrania. Con los que se creen descendientes de la purificada civilización blanca que odia a los eslavos. Con los que colaboraron en el asesinato de 14 mil ruso-hablantes en el Donbas desde 2014 hasta la actualidad. Con los que prohibieron el idioma ruso como lengua oficial, después de ser utilizada en ese territorio por mil años. Le Priol ansiaba la limpieza étnica impulsada por las autoridades del gobierno de Volodímir Zelenski.
No es llamativo que los medios locales repliquen la crónica del horrendo crimen de Federico. Lo que es llamativo es que eludan vincularlo con la ideología que estructura el comportamiento de esos personajes amantes de la violencia –como Priol– que hoy se trasladan de a miles para alistarse en las tropas neonazis ucranianas para combatir a los rusos. ¿No les llama la atención esa asociatividad? ¿No les dice algo sobre qué modelo social están financiando y defendiendo?
Mientras los cómplices del neonazismo se ligan en forma creciente al ultraliberalismo que desprecia a los pobres, a los inmigrantes y a los diferentes, alguien –con memoria trágica de su Gran Guerra Patria– vuelve a pronunciar la consigna inflexible y victoriosa de antaño: “Con el fascismo no se dialoga. Al fascismo se lo combate”.
Contundente escrito de Jorge Elbaum.
Es irrefutable su contenido.
La prensa nacional no lo visibilizara.
Sólo dos apreciaciones : 1 ) lxs » periodistas argentinxs de origen judío, que por dinero callan esto , merecen un fuerte repudio .
Asesinan la memoria de lxs mártires del genocidio nazi . Viene en este instante a mi mente la imagen de esa niña de 14 años en el campo de concentración , previa a su asesinato. La secuestraron en la zona rural junto a su madre . Su único delito : ser judía.
2 ) los mercenarios huyen , como las ratas que son , a Polonia , cuando comprueban en el terreno el tremendo poderío militar ruso .
Les están arrojando misiles supersonicos , únicos en el mundo . Supera en mucho la velocidad del sonido . Es imposible contrarrestarlos .
3 ) los norteamericanos, y su inmensa perversión , logran sus objetivos propuestos .
a ) desprestigiar a Rusia ; b) eliminar a los nazis , a quienes utilizaron como » carne de cañón » . Lo mismo hicieron con Isis ; y con los narcotraficantes colombianos y mejicanos ; c ) disciplinar por completo a la cobarde Europa ; d ) mantener la guerra fuera de su territorio.
Por último, es una pena el asesinato de alguien que , por su extracción social, tal vez comulgaba con el macrismo , o sea , con la ultraderecha. Salvando las distancias es lo mismo que aconteció con lxs submarinistas del Ara San Juan y sus familiares. En un altísimo porcentaje, tal vez el ciento por ciento, votantes de Macri en el 2015 . ¿ Cómo les pagó Macri ? Con la muerte por negligencia y el espionaje más descarado y abyecto .
muybien,totalmente de acuerdo!
Lamentablemente, creo que te dejaste llevar por un prejuicio. El asesinato sobreviene después de una pelea en la que Aramburu defiende a un hombre con acento de inmigrante que estaba siendo agredido por el neonazi y sus compinches. Los que después lo matan a tiros en la calle. No sé a quién votó Aramburu, pero no es muy de macrista interceder para defender a un hombre humillado por su origen.
Lo importante es la peligrosa utilizacion actual del nazismo, que se manifiesta de muchas maneras como ultraliberalismo loco o este miserable proximo a Marine Lepen o como los batallones nazis de Ucrania y muchos «desinformados» con la banderita de Ucrania.