La expresidenta propuso un contrato social de ciudadanía responsable. Para empezar a ponerle contenido, aprendamos a discutir las diferencias en un tono que nos permita seguir juntos.
El jueves en la Feria del Libro Cristina exhibió un tono nuevo, acorde con varias cosas. Con estar sentada en un panel y franqueada por la directora de la Fundación El Libro y por Juan Boido, Ceo de Random House. Por estar presentando un libro, y no lanzando su candidatura. Su candidatura viene siendo lanzada desde aquella plaza que la despidió en 2015, y fue el cataclismo del gobierno de Macri el que la puntaló. El tono del discurso de Cristina fue una de las piezas claves de lo que comunicó.
Está proponiendo y de hecho está armándose un frente más grande que todos los que conocimos. Adentro hay gente que amamos y gente que detestamos. Y hay matices. Pero lo que propone Cristina y lo que muchos sectores ya han advertido es que cualquier resentimiento o diferencia de ese gran frente es una cuestión menor al lado de la epopeya que nos espera. No sobra nadie. Y hay que encontrarle el tono a esta nueva etapa.
Tanto en las relaciones entre dirigentes como en los contactos entre militantes y a su vez entre militantes y ciudadanos a los que debemos persuadir debe ser uno que sería bueno que fuese común. Un tono respetuoso. Un tono que puede ser áspero o contener diferencias enormes, pero que debe detenerse ante lo injurioso, lo grosero o lo cruel. Hay un “nosotros” que todavía no existe pero ese tono debe favorecerlo. Estamos obligados encontrarlo para transitar este tiempo umbrío y recuperar la chance de la felicidad en este país. Todos tenemos que ser un poco mejores para que esto funcione.