Miedo al virus, a la muerte en soledad. A la pérdida de seres queridos.
Desolación moral en la que nos hunde esta gente a la que le sale saliva por la boca. En esa foto, atrás de esa mujer descentrada, había un cartel. Rezaba: “No era la V de la victoria. Era la V de la venganza”. ¿Qué relación podría establecerse entre el cierre de la presencialidad escolar por dos semanas y “la venganza”? Pasaron 45 años. 45, justo. Y no les alcanzaron para quitarles el derecho de decir que queremos “venganza”. El desarmado de lawfare lo están pintando como una “venganza”. Es como si los nazis dijeran que Nuremberg fue una “venganza”.
Una banda de no más de doscientos o trescientos perversos ultramillonarios le han hecho eso a esa mujer escupidora que debe defender algún privilegio: quizá no soporte volver a quedarse sin mucama. Los pequeños, los privilegios más estúpidos han hermanado a pobres y clasemedieros antiperonistas y son la fuerza (pequeña) de choque de ese cachivache que es Bullrich, o sus socios, que sí se recontra forraron con la nuestra.
Son tan miserables que empiezan la campaña electoral cuando saben (y por eso lo hacen) que un descuido ahora nos convertirá en Paraguay o Brasil, donde los muertos se pudren en las calles.
Son los de “viva el cáncer”. Los mismos. Esa mujer salivadora o su madre leían en Para Ti que los desaparecidos paseaban por Europa. No les importa. Nunca les importó la vida.
Lo novedoso y es lo que logró Macri, que no es mejor que Videla y peor que Martínez de Hoz, es que ha logrado que ellos mismos se inmolen en nombre del odio que nos tienen. Son ellos o sus hijos o sus padres los que van a morir si siguen boicoteando la gestión de la pandemia. Esta vez es diferente porque la necropolítica llega a esos límites: son los kamikazes del Cambio, los mártires terroristas que el lugar de venir de lugares remotos son de Barrio Norte o Caballito pero su causa es el odio. Y morirían por Patricia o Mauricio, que están vacunados y no creen una palabra de las que dicen, porque actúan. Saben la diferencia entre las vacunas chinas, como Pérez o Canosa. No son “huecas” como titula Noticias. Son mercenarias y miserables. Como los que escriben esas notas las Clarín. Saben que están confundiendo pero justamente es ése el propósito. Siempre fue así el manejo del lenguaje de los servicios. No es periodismo. Es acción psicológica.
Nosotros tenemos que narrarnos para nosotros mismos las historias del pasado y del presente. Tenemos que encontrarle el sentido épico a esta lucha doble: contra el virus y contra los cambiemitas mártires que ofrecen sus vidas para llevarse las nuestras.
Tenemos que volver a leer a Perón, a escuchar los discursos de Néstor. A saber la vida y obra de Ramón Carrillo. Tenemos que darnos fuerza con esas narraciones de amor y lucha que nos precedieron. No lo esperemos de los medios. Están todos comprados y encima ahí van a parar también nuestros impuestos. No sé qué tiene en la cabeza el Secretario de Medios.
Tenemos que recuperar la esencia de nuestras mejores mujeres y hombres y abrevar en la historia que nos siguen robando. “Venganza” no es una palabra nuestra. No nos pertenece, como la saliva de la señora macrista. “Las multitudes no odian…”, se acuerdan lo de Jauretche? Es eso. Defienden sus privilegios con la saliva asquerosa de los poseídos. Los posee Macri.
Nosotros, cuidemos a este gobierno, cuidémonos y volvamos a nuestras fuentes para huir de la gran confusión a la que nos quieren arrastrar. Volvamos a la historia de las mejores luchas populares, que siempre fueron más sabias que las programaciones televisivas.
Maravilloso escrito . De una densidad única.
Una pluma exquisita , que no hace otra cosa que deleitarnos. Subsume magistralmente lo que epidermicamente sentimos .
Esta » gente subnormal » nos colma . Son el desquicio mismo . Sobreabundan en toda nuestra historia latinoamericana. Son el resultado lógico de la maldita colonización española. ¿ acaso no existe continuidad entre los descusrtizsmientos que hacían los invasores rapaces españoles a los pueblos originarios y criollos y el salivazo de esa lumpen de Olivos ?
Es la misma Concepción ideológica.
Tal vez tengamos que ser la generación escogida para poner fin a este genocidio social que viene instrumentandose hace casi 530 años . ¿ Por qué soportar estoicamente a estxs lacras que ante la no oposición avanzan desenfrenadamente sin atinar al menor freno inhibitorio ?
Están alterando a las personas racionales, que afortunadamente somos mayoría.
Lo del secretario de Medios es obsceno . Un florero insignificante.
Sandra de mi corazón. Te veía en ese historico programa que fue 678. Y cundo pude (por $) en Página. Compré tus libros y ahora te leo por Internet (ojo, soy adherente). Estás en el podio del Periodismo así, con mayúsculas. Gracias por existir y, también como la Jefa, sos un bombón. Atentamente.