Fin de ciclo (¡Carajoooo!)

El presidente Macri en su último acto antes de las PASO del domingo quiso afinar la gola pero se quedó disfónico: apela al no argumento y al grito pelado.

En un ámbito cerrado, como siempre que habla, rodeado de público testeadamente macrista, el presidente dio su último discurso antes de las PASO. Se lo nota afectado, también como siempre. Si hay algo que hay que reconocerle a Macri algo que no es, es espontáneo. Todo a su alrededor gira guionado, desde el tono en un tramo y otro tono más adelante, hasta los aplausos de quienes lo rodean, que nunca parecen convencidos sino más bien enfurecidos. Ya pasó hace tiempo la época de la revolución de la alegría, el slogan con el que llegó y que hoy no podría pronunciar ni siquiera ante los extras, no porque no lo aplaudirían (están ahí para aplaudir) sino porque esa frase no soportaría su reproducción en otros soportes. Miles de pantallas estallarían a cepillazos.

Ahora él y Vidal están con las metáforas del río en el que estamos por la mitad, etc. Hay que seguir remando, remando, remando, porque si la riqueza se acumula mucho, mucho, mucho, derrama, derrama, derrama. No voy a hacer un análisis profundo de Macri hablando. El tema que nos inquieta no es él, sino aquellos que han sido tan perforados por las mentiras del gobierno y sus sicarios mediáticos que creen que si vuelve el peronismo inaugurará un ministerio de la revancha. El ministerio de la revancha tuvo en el gobierno de Macri mucho espacio y muchos funcionarios. Lombardi es uno de los ministros de la venganza. Han injuriado, han mentido, han hecho mucho
daño, han corrompido jueces y fiscales y han comprado por lotes a los periodistas que trabajan en
los grandes medios.

Ahora juega la carta de que en cuatro años alcanzó a remar muy poco. A mí me interesa que quienes le creyeron la primera vez no vuelvan a ser engañados, porque les mintió. Pero a los que celebran la mentira, celebraron la venganza, celebraron el encarcelamiento de inocentes o el asesinato de pibes por la espalda, no los quiero convencer de nada. Que se queden con su escoria y que revienten con su propia bilis. Millones vamos a apostar por volver a vivir tranquilos y sin psicópatas arruinándonos la vida. No se juega k – antik. El país debate su propia viabilidad. Y sus habitantes debatimos nuestra propia supervivencia. A ese extremo nos ha llevado este extraviado
que nunca debería haber dejado la cancha de golf.

Compartí tu aprecio

7 comentarios

  1. Eso es decir lo que se piensa y, emocionante, encontrar a una escritora-cronista-periodista que dice cosas que una tiene guardado porque no al odio, si al amor. Pienso que vale el esfuerzo de hablar con argumentos sencillos y sólidos a gente con cierta salud mental, pero ante aquellos que sacan espuma por la boca y se plantan en prejuicio-roca hechos estructura en su personalidad , no se puede argumentar.Estamos al límite, no quiero lucha ni armas contra ningún humano, creo que se puede dominar el impulso de muerte si estamos acompañados.Gracias Sandra, gracias a todos los que persisten en actitudes dignas.

  2. Gracias por tu nota, decís lo que muchos sentimos, con dolor, con espanto. Pero tenemos fuerza, coraje para luchar contra el peor gobierno desde que tengo memoria, éste no es nada democrático, a las pruebas me remito, no desaparece como los milicos a las personas, pero los desaparece cuando los inhabilita, los censura, los calla con la represión a la vista de todos. Son peores que los milicos, éstos lo hacían en la oscuridad, éstos lo hacen jactándose de mostrarlo perversamente. Será que podremos reconstruir esas subjetividades tomadas por estos canallas? Espero que sí, que podamos hacerlo. Deseo ferviertemente que esta pesadilla se termine de una vez y para siempre. Nunca Más!! ni ceos, ni macrimafia, ni un país convertido en una mesa de dineros sucios. Abrazos Sandra.

  3. Sigo pensando que les mintió a los que le quisieron creer. De todos modos deseo de todo corazón dejar atrás toda esta inmunda pesadilla.

  4. Por favor justicia para los que se van, se van a la cárcel sin venganza. Y al pueblo también justicia para creer y decidir sean justos con ellos mismos

Responder a DeliaCancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *